La sordoceguera - APSA

Stanley Hall, discípulo de Wunt, animó a perfeccionar el método de cuestionarios en
USA. Creó el primer laboratorio americano en la Universidad John Hopkins (1882). Realmente su
trabajo como presidente de la Clark University, fundando el Pedagogical Seminary, que se
convirtió seguidamente en el Journal of Genetic Psychology, consolidó el estudio infantil. Para
muchos autores, modificó no sólo la configuración sino el procedimiento de aplicación de los
cuestionarios (Dennis, 1949; Siegel y White, 1982) en el sentido de entrenar a los entrevistadores
o profesores que habían de realizarlos con los niños. Uno de sus alumnos Oscar Crisman, creo la
palabra Paidología para designar, como decía Claparède “esta nueva rama de la ciencia que tiene por
objeto al niño considerado bajo sus más variados aspectos”. Término fue muy utilizado en España
(plan de estudios de maestro), también en Bélgica o Suiza.
En su artículo “Los contenidos de la mentes de los niños” (Hall, 1982) presenta
diferencias significativas entre niños y niñas en base a los conceptos preguntados. Con la
interpretación de los resultados, Hall propone prescripciones para el comportamiento de padres y
maestros (Siegel y White, 1982), fomentado la realización de estudios sobre los niños por ambos
grupos implicados (Deval, 1988).128
observaciones sobre la conducta infantil acumulados en sus trabajos de investigación anteriores.
127La psicología moderna tomó esos métodos de las ciencias naturales, y los ha extendido al estudio de las
funciones mentales y de las conductas. Ese proceso de adaptación no esta exento de esfuerzo incesante, ni
tampoco de tanteos y errores, como afirman Gratiot y Zazzo (1978), aunque todavía no se ha realizado
plenamente. Pero lo que cuenta es la unidad de inspiración de las diversas ciencias humanas, de la biología a
la Psicología genética y a la Pedagogía, que no es otra que el espíritu científico en sí.
128Adoptó, asimismo como mecanismo explicativo la ley biogenética del embriólogo Haeckel, según la
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J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.
James Mark Balwin es otra gran figura no tanto por sus aportaciones metodológicas
sino por la contribución al desarrollo conceptual y teórico. Una exposición detallada de sus
planteamientos lo podemos encontrar en Cairns y Ornstein (1979), Broughton (1981), Cahan
(1983) y Cairns (1983, 1992). Sabemos que la continuidad del estudio de la infancia siguió
derroteros diferentes en Europa que en USA (Pérez Pereira, 1993). En norteamérica se sienten más
interesados en buscar normas evolutivas que describan el desarrollo medio de los niños, mientras
que en Europa después de un parón considerable, se experimenta un auge inusitado cuando finaliza
la Primera Guerra Mundial. Así, Thordike se alza, sobre experiencias hechas con sus alumnos, en el
estudio de Learning, su Educational Psycology (1913). Define una rama distinta en el conjunto de
la psicología del niño. Una corriente llamada a tener un brillante porvenir, fue la de las
investigaciones clínicas sobre los niños inadaptados, sus dificultades personales y los medios para
remediarlas. En 1896, Witmer abrió en la Universidad de Pensilvania la primera clínica psicológica.
Durante la Primera Guerra Mundial, W. Healy crearía otras, y las orientaría en un sentido más
clínico y más médico (Gratiot y Zazzo, 1978).
Baldwin, en su obra Mental development in the child and the race publicada en 1894,
establece una sucesión de etapas o épocas en el desarrollo cognitivo que anticipa la que
posteriormente desarrollaría y dotaría de una base sólida más empírica J. Piaget. Otro concepto
también investigado, es el de imaginación, que se refiere a la construcción personal, o a la
reorganización del conocimiento. Este es un concepto parecido al de síntesis dialéctica, que
emplearía Vygotski (Valsiner, 1992), y que permite explicar la emergencia de nuevos
conocimientos debido a la actividad mental interna, que da como resultado la aparición de nuevas
construcciones o reorganizaciones. En lo que se refiere al desarrollo de la personalidad o social
considera que la imagen de sí que obtiene el niño no puede entenderse sin la influencia de las
indicaciones que provienen de los comportamientos de los otros, y por los nexos sociales en los que
está integrado. Esta idea de la construcción del individuo como producto de sus relaciones con los
demás, se considera anticipatoria del interaccionismo simbólico de George Herbert Mead, y no es
ajena al papel que Vygotski atribuye a los procesos que se dan entre personas para explicar el
desarrollo del niño (Cairns, 1992).
Sigmund Freud, constituye una de las contribuciones más importantes al estudio del
psiquismo humano. Figura independiente, representa mediante su teoría psicoanalítica una auténtica
revolución al mostrar cómo nuestros comportamientos manifiestos dependen de causas desconocidas
en principio o latentes, pero que con esfuerzo se pueden llegar a ellas, por estar ocultas en el
incosciente. Freud trató de demostrar que no siempre se puede conocer directamente el significado de