La sordoceguera - APSA

de obra cualificada como por la emigración, donde la mezcla de cultura, razas, o religiones
demandaban unos programs uniformadores que construyeran una única nación (Wertsch y Youniss,
1987); creación de orfanatos y hogares adoptivos para los niños abandonados, maltratados o
nocuidados,
así como juzgados juveniles, asilos para jóvenes, escuelas reformatorios y escuelas
industriales; establecimiento de centros y depósitos de leche; hogares y escuelas para ciegos,
sordos, tullidos, enfermos y deficientes mentales; descenso del empleo de mano de obra, hasta su
extinción (1918); y escolarización progresiva desde 1870 hasta 1918) en que todos los estados la
hacen obligatoria. Wertsch y Youniss (1987) mantienen que, mientras la escuela pública se adhería
a la religión del protestantismo, la Iglesia Católica se veía forzada a crear un importante sistema
educativo.
Autores como Siegel y White (1982) afirman que esta serie de iniciativas sociales,
provocaron necesidades de formación en decenas de miles de nuevos profesionales -educadores,
cuidadores,...- que se ocupaban de la atención a niños, así como a una demanda de orientación
familiar, puesto que vivían en un mundo con una organización y valores bien diferentes. En esas
circunstancias, los reformadores sociales, vuelven su cabeza hacia las Universidades en pos de ideas
útiles, una de esas figuras dispuestas a colaborar fue Stanley Hall.
La influencia de la corriente americana en favor del estudio del niño se popularizó en la
mayoría de los países.116 La “escuela francesa” no era ajena a estas nuevas reformulaciones.117 F.
116Su repercusión fue directa en Inglaterra donde James Sully fundó, en 1895, la British Association for
Chid Study, y el movimeinto dispuso de una revista “The Paidologist”, según indica Gratiot et al (1978).
En Francia, F. Buisson fundó, en 1900, la Societé Libre pour l’etude de lénfant, que presidió seguidamente
A. Binet que a su vez desempeñó un papel un tanto análogo al de Stanley Hall en USA, puesto que daría
impulso a las investigaciones experimentales.
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LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
Tracy cita frecuentemente a Pérez, Compayré y Taine en su Psychology of Childhood. En ese
sentido surge un movimiento muy definido en favor de la “infancia anormal” entre los médicos
franceses que reencuentran la obra de Itard y de Seguin. Se crea el grupo de observaciones
biográficas de higiene mental. El doctor Bourneville ejerce gran influencia, y sus esfuerzos en el
hospital de la Bicetre y el Consejo municipal de Paris facilitan la obra de reeducación de los jóvenes
débiles mentales, preparando el terreno a los trabajos psicológicos de Binet acerca de su nivel
mental.
Se orienta igualmente, hacia el estudio de los niños deficientes el movimiento italiano
animado por Sergi y Ferrari. Maria Montessori, primera mujer que obtuvo el doctorado en medicina
en la Universidad de Roma, emprende sus investigaciones mientras en Turin, Marro, estudia el
concepto de adolescencia actual con “La pubertá” (1897). En Alemania, hay numerosas
investigaciones, sobre todo, escolares. Las de Ebbinghaus, en particular acerca de la memoria
(1885); junto con Meumann y sus estudios experimentales acrecientan el interés por la infancia
anormal.
Realmente el periodo que se extiende entre la publicación del libro de Key118 y la primera
guerra mundial, responde en su totalidad a estas carasterísticas, y constituye un periodo fructífero
donde convergen las esperanzas de los investigadores y educadores. Es un hecho que el movimiento
internacional de interés por la infancia anormal se incrementa de forma independiente. Mas también
es cierto que el movimiento se diversifica, expandiendo sus ideas entre las más amplias capas de la
población. Adoptando un tono doctrinal más sistemático, propio, y aplicando sus propuestas a
nuevos ámbitos. Se observa, como afirman Gratiot y Zazzo (1978), un cierto fenómeno de toma de
conciencia colectiva de la realidad y del valor de la infancia no-normal119.
Las causas de este desarrollo son complejas, para aproximarnos comprenderemos cómo
confluyen nuevas necesidades y posibilidades de actuación. En dicha convergencia rastreamos la
imperiosa necesidad de estudiar en profundidad el lado oculto de la infancia considerada como
normal, es decir, el desarrollo alterado en los niños con déficits; al mismo tiempo que cualificar a
los profesionales, a través de parámetros educativos. Todo este cambio de mentalidad social estaba
117Su reputación emanaba del terreno educacional: La Histoire de la Pédagogie de Compayré fue traducida
al ingles y Hall no dudó en calificarla como la mejor historia de la educación en lengua inglesa.
118La autora sueca Ellen Key, firme partidaria de la educación popular, publica en 1900 “El siglo del
niño”, anticipando la importancia de éste en todo su transcurso, exaltando la vida familiar, criticando las