La sordoceguera - APSA

en la interpretación para personas sordas invidentes.
*Establecer códigos. Códigos para identificar intervalos para ir a los servicios, tomar café,
hacer ejercicio y/o comidas.
*Colocación de asientos. Esto adquiere una importancia considerable ya que la eficacia de
la interpretación del lenguaje, la emisión y recepción, puede minimizarse si el intérprete y el
consumidor sordociego se ven entorpecidos con asientos incómodos o inadecuados para el “toque”.
La utilización de un asiento con apoyos para los brazos puede facilitar la interpretación del lenguaje
digital durante un largo periodo de tiempo.
*Prendas de vestir. Si su cliente posee una visión residual e interpreta las señales, ponga
especial atención en establecer un contraste entre la prenda de vestir y el color de la piel.
*Iluminación. Para aquellos individuos sordociegos que poseen cierta visión residual, la
iluminación apropiada es crítica. En tales situaciones el usuario puede hacer sugerencias referentes a
la iluminación y colocación de asientos con miras a un mejor rendimiento.
*Participación. Es importante precisar cómo el anee sordociego participará en la
discusión.
*Situaciones sociales. Puede ser que la persona sordociega desee participar en los
encuentros sociales. En ese caso es conveniente pedir al guía-intérprete que traduzca. Porque la
persona sorda invidente posiblemente no conoce que los servicios de interpretación pueden
facilitarse en intervalos de tiempo sociales, es necesario que el propio guía-intérprete suscite el
tema.
* Higiene personal. Debido a la proximidad en la interpretación de persona a persona, es
posible que el intérprete quiera añadir alguna consideración al tema de higiene personal. Aromas u
olores intensos pueden distraer a la persona sordociega o al intérprete, y causar molestias.
c. El maestro-tutor como eje vertebrador
del éxito en el área de la n.e.e. sordoceguera.
Cada día es más apremiante la atención a la persona sordociega, máxime cuando esa persona
discapacitada es todavía “un ser en desarrollo”. Asociaciones de padres, amigos y personas
interesadas en la problemática general de estos minusválidos van realizando paulatinamente un
cambio de conceptualización de dicha “diferencia” como una única deficiencia dentro del área nee; es,
sin lugar a dudas un proceso de sensibilización largo, trabajoso y muchas veces duro.
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LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
Las presiones de estos colectivos a nivel institucional están abriendo brecha para crear,
incrementar y encauzar adecuadamente las ayudas que los anees sordociegos necesitan y merecen
como cualquier otro ciudadano, simplemente por el simple derecho de ser un alumno/a más.
Empero, es conveniente recordar que todas estas acciones y principios no serán nada más que
discursos fútiles, verbosidad inútil y sin trascendencia, si nos olvidamos de la persona protagonista
de este empeño. Con ello nos referimos a la formación del maestro -mediador-. Un docente
especializado en el área nee (como P.T. y/o A.L.) o preparado (como maestro-tutor) para abordar la
diversidad de su aula -aún en el caso de enfrentarnos a una misma unidad de niños sordociegos-. De
ahí que, cualquier iniciativa que permita potenciar su actuación, en todos los sentidos y en todos los
aspectos, redundará en una mayor eficacia, es decir, en una mayor calidad de enseñanza. Tal
parámetro se ve sensiblemente afectado por la incidencia de las Necesidades Educativas Especiales, y
en concreto por la singularidad de la nee sordoceguera donde esfuerzos y entrega profesional llegan a
la esfera personal casi de forma omnipresente.
* Autoconcepto docente.
El comportamiento de un individuo depende en gran medida del autoconcepto, es decir, de
la imagen que la persona tiene de sí misma. Y a su vez, ese autoconcepto está en función del
comportamiento de las otras personas con las que se relaciona. En este primer subepígrafe vamos a
tratar aquella dinámica que consideramos de especial importancia para la intervención escolar.
Veíamos en la última parte del capítulo I que un niño al nacer no tenía conciencia del yo.
Durante los primeros tres años de su vida irá elaborando esa autoconciencia. Al principio de una
forma muy elemental distinguirá su cuerpo del entorno, y posteriormente alcanzará su autoconcepto
más diferenciado de acuerdo a los parámetros evolutivos de desarrollo humano. El autoconcepto se
constituye en la integración social con los demás. Al actuar con objetos y personas llega a