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La sordoceguera - APSA

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chaval padece una disfemia, le suele preguntar más para que se vaya acostumbrando o se olvida de él<br />

porque si lo hace le angustia escucharlo, llegando incluso a terminar la palabra o la frase, según él, para<br />

facilitarle “el mal trago”. Todo ello lo que hace es acortar el tiempo real de aprendizaje del alumno, su<br />

tarea no le resulta significativa, no le proporciona satisfacción, no encontrará el mínimo placer en el<br />

acto de hablar, leer, escribir, comentar, en operaciones matemáticas, ... al contrario el proceso le<br />

angustia, y puede llegar traumatizarle.<br />

188Competición del “todo vale” aún en una unidad específica de sordociegos, de “eso es tu problema”, de<br />

“no me interesa tu nivel de entrada”, ni “tu progreso si no logras superar esta prueba final”, esto es, ahí lo<br />

verdaderamente importante son los logros -en cuanto a contenidos- o el progreso “in crescendo” a<br />

cualquier precio.<br />

189Por tanto, los anees sordociegos con expectativas bajas y que reciben un trato inadecuado tienden a<br />

atribuir su escaso rendimiento a factores externos. En consecuencia, tienden a no implicarse en el trabajo.<br />

Si el maestro no piensa que mejorará aunque este discente ponga más interés y esfuerzo, pero no es<br />

reconocido o al menos no premia de alguna manera ese esfuerzo, hay pocas probabilidades de que el<br />

alumno capte la aplicación personal y éxito en la tarea.<br />

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LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.<br />

tipo de agrupamiento según lo que se desee realizar; acudir al sistema de monitores; enganchar con<br />

otras actividades a los más brillantes para que el hecho de recibir un determinado trato en un<br />

momento puntual no se constituya en algo segregador, ...<br />

De este modo, los D.O. (departamentos de orientación) mantienen diferentes programas<br />

imbricados, no sólo el de integración, también los de apoyo y refuerzo, tutoría, orientación<br />

vocacional y profesional, MAV, ...con el objeto de evitar que los restantes alumnos identifiquen<br />

acudir al gabinete, trabajar con el “profe” de apoyo, hablar con el orientador, visitar los padres al<br />

logopeda, realizar una tarea distinta, ...como algo “minusvalorable”. Todos deben gozar de<br />

oportunidades según sus necesidades, y de hecho también los alumnos buenos porque “sólo los<br />

dioses no necesitan nada, y sólo los que se parecen a los dioses, pocas cosas”. Demóstenes<br />

Esta problemática se agrava al avanzar la edad de los alumnos sordociegos (ESO), ya que su<br />

conducta se ve muy condicionada por las expectativas de sus compañeros 190. En muchas<br />

ocasiones, es un hecho que, casi todas las experiencias exitosas de estos alumnos menos capaces se<br />

dan en privado y en cambio sus fracasos están a la vista de todos. El maestro, afortunadamente,<br />

puede controlar la situación y proporcionar al alumno sordociego seguridad para después valorar<br />

su éxito en la tarea y prodigar un reconocimiento público entre los compañeros.<br />

*. Expectativas para los anees sordociegos de bajo nivel:<br />

Basándose en investigaciones realizadas191, observamos que las expectativas sobre el<br />

rendimiento de los alumnos sordociegos de bajo nivel repercute en su progreso. Aquellos que el<br />

maestro supone que lograrán mejores resultados corresponden a esas previsiones, a pesar de que tal<br />

expectativa puede ser infundada.<br />

R. Rosenthal realizó una serie de investigaciones en los años sesenta sobre los efectos de<br />

la expectativa tanto en el comportamiento de animales como de seres humanos. <strong>La</strong> más conocida<br />

y en cierta medida relevante para nuestro tema, la realizaron en una escuela de nivel básico (Oak<br />

School, una escuela de primero a sexto grado, Distrito de Escuelas Unificadas del Sur de San<br />

Francisco, EE.UU.). Al principio del experimento se les dijo a los maestros que se necesitaba<br />

validar un nuevo test destinado a predecir el rendimiento académico y desarrollo intelectual en los<br />

niños, que era parte de un trabajo que estaban realizando investigadores de la Universidad de Harvard,<br />

y que el test se les daría varias veces en el futuro. Los resultados indicaban firmemente que los<br />

chicos de los que los maestros esperaban mayores ganancias intelectuales, mostraban tales avances.<br />

Parece evidente partiendo de estos datos192 que cuando los chicos de quienes se espera que<br />

190Cuando están convencidos de que su compañero no obtendrá buenos resultados, están contribuyendo<br />

al fracaso de ese alumno concreto en una tarea; por ejemplo si ha de hablar para explicar un problema y<br />

percibe comentarios, movimientos o risas a su alrededor no estará en las mejores condiciones para<br />

participar.<br />

191Los trabajos de Rosenthal y Jacobson, resumidos en un artículo titulado “Expectativas del profesor<br />

para los desfavorecidos”(1980) han sido muy criticados y no se ha conseguido una réplica satisfactoria<br />

de estas investigaciones. No obstante numerosos estudios han probado suficientemente la importancia de<br />

las expectativas en el comportamiento. Aquí no vamos a entrar en comentarios críticos, sólo exponer<br />

muy someramente algunos datos.<br />

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