La sordoceguera - APSA

Dentro de la estructuración del medio figura la necesidad prioritaria de que exista un equipo
técnico (educadores, auxiliares, ATS, etc) con una formación previa en las necesidades específicas de
cada anee sordociego.
No se puede negar que el trabajo de un equipo dentro del marco general institucional se presta
a conflictos de roles, lo cual exige clarificar cometidos y coordinar tareas. Todo ello se agrava en el
caso de que los educadores no cuenten con una formación básica, o también con el hecho de que sus
miembros rivalicen en competencias, titulaciones o categorías profesionales. Esta claro que si no se
soluciona positivamente, las repercusiones se reflejarán en los niños, precisamente porque una de
las carasterísticas del clima institucional es que éste “se respira” y muchas veces no hace falta
verbalizarlo. Para dar una respuesta correcta a estos chicos/as es, por tanto, imprescindible la
preparación específica en el área de la sordoceguera, el trabajo conjunto de cara a establecer el
modelo de intervención para la puesta en práctica de cada programa, el aunamiento de criterios a la
hora de compartir espacios y tiempos, y por último la agilidad de la toma de decisiones que requiere
la intensidad y frecuencia del tratamiento a realizar.
* Institucionalización abierta:
En realidad como nota más identificativa y más general del trabajo desarrollado en un
Centro-Residencia estaría la concepción de la institución como transitoria y no-total (A. Bueno,
1995). Dicha caracterización se refiere al convencimiento transmitido explícita e implícitamente por
parte del equipo educativo a todos los grupos implicados: familia, niños, organismos sociales,...
- 674 -
LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
El Centro no debe, en ningún caso, cubrir todas las necesidades del alumno/a internado. No
puede convertirse en una institución total aunque, como hemos dicho, acumule y facilite más
recursos que los estrictamente ordinarios. Es preciso evitar pseudosociedades, guetos, o subgrupos
sectarios. Contamos que la generalización de los resultados en cualquier tratamiento psicoeducativo
constituye la gran meta y por tanto el mayor obstáculo a salvar, sin embargo no podemos
limitarnos a resolver el problema de un anee sordociego en el ámbito correspondiente al mero
internado, pero conservarlo intacto cuando vuelva al medio familiar y social de origen.
Al hilo y como una consecuencia derivada de la anterior surge la apertura. Cualquier
C.E.E. debe ser abierto. La imposición, la permanencia forzada, la desgana, ... bloquean cualquier
indicio terapéutico o de acción rehabilitadora. No cabe estar a la fuerza, puede ofrecérsele un margen
de prueba de adaptación, pero si no existe un adelanto, un progreso en la integración del sujeto en el
medio, deberá plantearse otro tipo de estrategia. Al mismo tiempo la estancia en la institución ha de
ir suponiendo un progresivo aumento de las “idas” al hogar, en función de la respuesta a la
intervención en la familia y de la maduración y/o logros conseguidos en el tratamiento.
Tanto para el equipo, como para la familia y el niño sordociego, el internado debe ser
concebido como algo transitorio. Más aún, como algo de la menor duración posible. En la
elaboración de la intervención, el equipo técnico ha de tener, desde principio, un horizonte temporal
orientativo de salida, de finalización en función del planning y la selección de objetivos prefijada.
Un horizonte que contempla dos esferas homeostásicas, la situación del educador respecto
profesional y respecto a su implicación personal.
Como conclusión podemos decir que la terapia ofertada en un CEE supone antetodo un clima
de relaciones interpersonales, facilitado por una estructura y un equipamiento, que va a generar unos
estilos de vida contrarrestadores de las experiencias hipoestimulantes vividas previamente. En este
grado de sistematicidad y estructuración educativa radicará su carácter terapéutico, pero ello no
impide la incorporación dentro o junto a la institución de cualquier otra técnica rehabilitadora. La
única exclusión sería aquella que atentase contra la seguridad y/o dignidad de la persona sordociega.
Los casos presentados en esta investigación ha sido tratados desde un Centro-Residencia con estos
planteamientos, aunque hemos de partir que nunca la realidad práctica queda claramente reflejada en
la exposición teórica.
- 675 -
J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.
2. Contexto de trabajo: parámetros.
A. Funcionamiento del “E. A”.
El Colegio Público “E. A.” ha sido destinado para la educación y formación de los alumnos