La sordoceguera - APSA

Dicha propuesta queda sobradamente justificada por el mayor grado de interacción con Raúl,
y por lo tanto su mayor conocimiento del niño. En esta dirección la unicidad de criterios y el
mismo procedimiento de trabajo constituyen la piedra angular para la efectividad del programa
psicoeducativo. Por ejemplo, si en el Centro se aplica un método específico en la adquisición del
signo SENTARSE, los padres deben ser instruídos sobre los movimientos coactivos concretos que
se utilizan para su enseñanza, al igual que el medio gráfico de elicitación. De lo contrario el
principio de generalización contextual se derrumba al no poder contar con las mismas pautas de
interacción en el domicilio familiar. O al menos, involuciona el proceso de aprendizaje,
enlenteciéndolo.
El efecto puede ser devastador si los padres trabajan en contradiccicón con el enfoque
específico del Centro. Este problema era fehaciente con Raúl puesto que su padre “pasaba” del
problema y le rechazaba. La madre fluctuaba dependiendo del momento en que se encontraba;
afortunádamente se contaba con la abuela que mediaba en los conflictos de pareja, haciéndose cargo
totalmente del niño, y colaborando eficazmente en la puesta en práctica del programa confeccionado.
De tal manera que muchas veces encontrábamos la retroalimentación del eje educativo a través de
los resultados obtenidos en el ambiente familiar. Me explico, la abuela nos informaba cuando traía
al niño semanalmente de lo acontecido el fin de semana, a veces si aplicaba un procedimiento
concreto como por ejemplo la anticipación del signo BAÑO en respuesta a una estimulación
sensorial de un pez-termómetro de baño en vez de la esponja que era el indicador que se utilizaba en
el Centro para Raúl; los educadores y auxiliares debían conocerlo para poder hacer uso de él en el
calendario escolar individual de Raúl.
Como vemos uno de los factores más importantes para el aprendizaje de Raúl ha sido el
trabajo en equipo de todos los implicados; fórmulas profesionales como el “team teaching” juegan
un papel esencial extensivo a la colaboración y participación de la familia en el desarrollo de las
destrezas comunicativas. Los esfuerzos se multiplican y los resultados se positivizan, de ahí la
necesidad de que todas las personas cercanas al niño sordociego aprendan su particular forma de
interacción, desde contribuir a que dicha comunicación se haga eficaz tanto en el polo comprensivo
(que entiendan sus demandas) como en el expresivo (que respeten el código utilizado) hasta ser
funcionalmente eficientes para el acceso completo a la información circundante.
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LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
4. Resultados.
El caso II que hemos analizado corresponde a un alumno sordociego de naturaleza congénita.
Presenta hipoacusia neurosensorial profunda, junto a una catarata congénita lo que implica un perfil
psicoeducativo claramente definido a la hora de abordar su integración en el aula de E.Infantil de un
Centro específico para Sordos:
De cara a facilitar su desarrollo comunicativo-lingüístico podemos destacar las siguientes
estrategias de comunicación más operativas :
*La instrucción se proporciona mayoritariamente en el LSE. Dicha transición comunicativa
puede tender a apoyarse cada vez menos en recursos propiceptivos, objetos o dibujos del SPC y más
en indicaciones hápticas o gráficas arbitrarias (BLISS). Aprovechando para ello su resto visual
mediante el entrenamiento de seguimiento visual específico a través de tareas. En el nivel más alto
no se descarta la utilización de procedimientos bimodales (signo gestual+ signo oral).
*Asegurar siempre las mejores condiciones para la interacción tanto en recepción como en
expresión de todos los aspectos a trabajar: juego, desarrollo vocabulario nuevo, deletreo, sintaxis,
materiales de lectura funcional, notas, o claves iniciales en Braille, o por medio de texturas.
*Empleo sistemático de ayudas técnicas y mecanismos básicos como ampliaciones,
contrastes, etiquetadores, guías para escribir en tinta, mecanismos de escucha asistida que
incrementan su audición residual.
*Normas que facilitan la interacción:
-Captar la atención de Raúl antes de realizar los gestos&signos al comenzar a hablar.
-Siempre hablar al niño y llamarlo por su nombre (comunicación total).
-Pararse directamente enfrente del nivel de los ojos para hablarle. Si es necesario arrodillarse.
-Una estrategia muy empleada es dejar que ponga las manos en las mejillas del adulto, o en
pecho mientras habla. De esta manera podrá sentir las vibraciones de la voz.
-Hablar claro, y hacer las señales cuando el niño está mirando, en cuanto Raúl se mueva o se