Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1045 PROVERBIOS 24. 32–25. 21
ya destruida. Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, 32
y tomé castigo. Un poco de sueño, cabeceando otro poco, 33
poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; así 34
vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como
hombre de escudo.
También estos son proverbios de Salomón, los cuales 25
copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá. Honra de 2
Dios es encubrir la palabra; mas honra del rey es escudriñar
la palabra. Para la altura de los cielos, y para la 3
profundidad de la tierra, y para el corazón de los reyes, no
hay investigación. Quita las escorias de la plata, y saldrá 4
vaso al fundidor. Aparta al impío de la presencia del rey, 5
y su trono se afirmará en justicia. No te alabes delante 6
del rey, ni estés en el lugar de los grandes; porque me- 7
jor es que se te diga: Sube acá, que no que seas abajado
delante del príncipe a quien han mirado tus ojos. No sal- 8
gas a pleito presto, no sea que no sepas qué hacer al fin,
después que tu prójimo te haya avergonzado. Trata tu 9
causa con tu compañero, y no descubras el secreto a otro;
para que no te deshonre el que lo oyere, y tu infamia no 10
pueda repararse. Manzana de oro con figuras de plata es 11
la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y 12
joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído
dócil. Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el 13
mensajero fiel a los que lo envían; pues al alma de su señor
da refrigerio. Como nubes y vientos sin lluvia, así es 14
el hombre que se jacta en don de mentira. Con larga pa- 15
ciencia se aplaca el príncipe; y la lengua blanda quebranta
los huesos. ¿Hallaste la miel? Come lo que te basta; no 16
sea que hastiado de ella, la vomites. Detén tu pie de la 17
casa de tu prójimo, no sea que hastiado de ti te aborrezca.
Martillo y cuchillo y saeta aguda, es el hombre que habla 18
contra su prójimo falso testimonio. Diente quebrado y pie 19
resbalador, es la confianza en el prevaricador en el tiempo
de angustia. El que canta canciones al corazón afligido, 20
es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que
sobre el jabón echa vinagre. Si el que te aborrece tuviere 21
hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber