Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1675 HECHOS 8. 22–40
delante de Dios. Arrepiéntete pues de ésta tu maldad, y 22
ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento
de tu corazón. Porque en hiel de amargura y en prisión 23
de maldad veo que estás. Respondiendo entonces Simón, 24
dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de
éstas que habéis dicho, venga sobre mí. Y ellos, habien- 25
do testificado y hablado la Palabra de Dios, se volvieron a
Jerusalén, y en muchas tierras de los samaritanos anunciaron
el Evangelio. Y el ángel del Señor habló a Felipe, 26
diciendo: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. En- 27
tonces él se levantó, y fue; y he aquí un Etíope, eunuco,
gobernador de Candace, reina de los Etíopes, el cual era
puesto sobre todos sus tesoros, y había venido a adorar
a Jerusalén, y se volvía sentado en su carro, y leyendo 28
al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Llégate, y 29
júntate a este carro. Y acudiendo Felipe, le oyó que leía 30
al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Y 31
dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a
Felipe que subiese, y se sentase con él. Y el lugar de la 32
Escritura que leía, era éste: Como oveja a la muerte fue
llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila,
así no abrió su boca; en su humillación su juicio fue 33
quitado; mas su generación, ¿Quién la contará? Porque es
quitada de la tierra su vida. Y respondiendo el eunuco a 34
Felipe, dijo: Te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De
sí, o de alguno otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y 35
comenzando desde esta escritura, le anunció el Evangelio
de Jesus. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; 36
y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea
bautizado? Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien 37
puedes. Y respondiendo él, dijo: Creo que Jesus, el Cristo,
es Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron 38
ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó. Cuando 39
subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe;
y no le vio más el eunuco, y se fue por su camino gozoso.
Felipe empero se halló en Azoto; y pasando, anunciaba el 40
Evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesa-