Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

37. 10–38. 2 JEREMÍAS 1228
10 que no se irán. Porque aunque vosotros hirieseis todo el
ejército de los caldeos que pelean con vosotros, y quedasen
de ellos hombres alanceados, cada uno se levantará de su
11 tienda, y pondrán fuego a esta ciudad. Y aconteció que,
como el ejército de los caldeos se fue de Jerusalén a causa
12 del ejército de Faraón, Jeremías salió de Jerusalén para
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irse a tierra de Benjamín, para apartarse de allí en medio
del pueblo. Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba
allí un capitán que se llamaba Irías, hijo de Selemías hijo
de Hananías, el cual prendió a Jeremías profeta, dicien-
14 do: Tú te retiras a los caldeos. Y Jeremías dijo: Falso; no
me retiro a los caldeos. Mas él no lo escuchó, antes pren-
15 dió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes. Y
los príncipes se airaron contra Jeremías, y le azotaron, y
le pusieron en prisión en la casa de Jonatán escriba, por-
16 que aquélla la habían hecho casa de cárcel. Siendo, pues,
entrado Jeremías en la casa de la mazmorra, y en las camarillas
de la prisión y habiendo estado allá Jeremías por
17 muchos días, el rey Sedequías envió, y le sacó; y le pre-
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guntó el rey secretamente en su casa, y dijo: ¿Es palabra
del SEÑOR? Y Jeremías dijo: Es. Y dijo más: En mano del
rey de Babilonia serás entregado. Dijo también Jeremías
al rey Sedequías: ¿En qué pequé contra ti, y contra tus
siervos, y contra este pueblo, para que me pusieseis en la
19 casa de la cárcel? ¿Y dónde están vuestros profetas que
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os profetizaban, diciendo: No vendrá el rey de Babilonia
contra vosotros, ni contra esta tierra? Ahora pues, oye, te
ruego, mi señor el rey; caiga ahora mi súplica delante de
ti, y no me hagas volver a casa de Jonatán escriba, para
21 que no me muera allí. Entonces dio orden el rey Sede-
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quías, y depositaron a Jeremías en el patio de la guarda,
haciéndole dar una torta de pan al día, de la plaza de los
Panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se gastase.
Y quedó Jeremías en el patio de la guarda.
Y oyó Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur,
y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras
que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:
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Así dijo el SEÑOR: El que se quedare en esta ciudad mo-