Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

915 SALMOS 12. 1–14. 5
cias, al recto mirará su rostro.
Al Vencedor: sobre Seminit: Salmo de David. Salva, oh 12
SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque
se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonje- 2
ros; con corazón doble hablan. Tale el SEÑOR todos los 3
labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas, que di- 4
jeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios
están con nosotros, ¿quién nos es señor? Por la opresión 5
de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora
me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que
el impío enlaza. Las palabras del SEÑOR son palabras 6
limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada
siete veces. Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para 7
siempre de esta generación. Cercando andan los malos, 8
entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son
exaltados.
Al Vencedor: Salmo de David. ¿Hasta cuándo, SEÑOR? 13
¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás
tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi 2
alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo
será enaltecido mi enemigo sobre mí? Mira, óyeme, 3
SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma
en muerte; para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis 4
enemigos se alegrarán, si yo resbalare. Mas yo en tu mi- 5
sericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.
Cantaré al SEÑOR, Porque me ha hecho bien. 6
Al Vencedor: Salmo de David. Dijo el loco en su cora- 14
zón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables;
no hay quien haga bien. El SEÑOR miró desde 2
los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si había
algún entendido, que buscara a Dios. Todos declina- 3
ron, juntamente, se han corrompido; no hay quien haga
bien, no hay ni siquiera uno. Ciertamente conocieron és- 4
to todos los que obran iniquidad, que devoran a mi pueblo
como si pan comiesen; al SEÑOR no invocaron. Allí 5
temblaron de espanto; porque Dios está con la nación de