Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1281 EZEQUIEL 9. 10–10. 12
Judá es grande sobremanera, porque la tierra está llena
de sangre, y la ciudad está llena de perversidad, porque
han dicho: El SEÑOR ha dejado la tierra, y el SEÑOR no
ve. Así pues, yo, mi ojo no perdonará, ni tendré miseri- 10
cordia; el camino de ellos tornaré sobre su cabeza. Y he 11
aquí que el varón vestido de lienzos, que tenía el tintero
a su cintura, respondió una palabra diciendo: He hecho
conforme a todo lo que me mandaste.
Y miré, y he aquí sobre el cielo que estaba sobre la ca- 10
beza de los querubines, como una piedra de zafiro, que
parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre
ellos. Y habló al varón vestido de lienzos, y le dijo: Entra 2
en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena
tus manos de carbones encendidos de entre los querubines,
y derrama sobre la ciudad. Y entró a vista mía. Y los 3
querubines estaban a la mano derecha de la Casa cuando
este varón entró; y la nube llenaba el atrio de adentro. Y 4
la gloria del SEÑOR se había levantado del querubín al
umbral de la puerta; y la Casa fue llena de la nube, y el
atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR. Y 5
el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el
atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando
habla. Y aconteció que, cuando mandó al varón vestido 6
de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de
entre los querubines, él entró, y se paró entre las ruedas.
Y un querubín extendió su mano de entre los querubines 7
al fuego que estaba entre los querubines, y tomó fuego, y
lo puso en las palmas del que estaba vestido de lienzos,
el cual lo tomó y se salió. Y apareció en los querubines 8
la figura de una mano humana debajo de sus alas. Y mi- 9
ré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto
a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas
era como el de piedra de Tarsis. En cuanto al parecer de 10
ellas, las cuatro eran de una forma, como si estuviera una
en medio de otra. Cuando andaban, sobre sus cuatro cos- 11
tados andaban; no se tornaban cuando andaban, sino que
al lugar adonde se volvía el primero, en pos de él iban;
ni se tornaban cuando andaban. Y toda su carne, y sus 12