Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1065 ECLESIASTÉS 10. 9–11. 8
y al que aportillare el vallado, le morderá la serpiente.
El que mudare las piedras, tribulación tendrá en ellas; el 9
que cortare la leña, en ella peligrará. Si se embotare el 10
hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces
más fuerza; pero excede la bondad de la sabiduría. Si 11
mordiere la serpiente no encantada; no es más el lenguaraz.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas 12
los labios del loco lo echan a perder. El comienzo de las 13
palabras de su boca es locura; y el fin de su charla nocivo
desvarío. El loco multiplica palabras, y dice : no sabe el 14
hombre lo que será; ¿y quién le hará saber lo que después
de él será? El trabajo de los locos los fatiga; porque no sa- 15
ben por dónde ir a la ciudad. ¡Ay de ti, tierra, cuando tu 16
rey es niño, y tus príncipes banquetean de mañana! ¡Bie- 17
naventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y
tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas,
y no por el beber! Por la pereza se cae la techumbre, y 18
por flojedad de las manos se llueve la casa. Por el placer 19
se hace el convite, y el vino alegra los vivos; y el dinero
responde a todo. Ni aun en tu pensamiento maldigas al 20
rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque
las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas
harán saber la palabra.
Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos 11
días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no 2
sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Si las nubes fue- 3
ren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el
árbol cayere al mediodía, o al norte, al lugar que el árbol
cayere, allí quedará. El que al viento mira, nunca sem- 4
brará; y el que mira a las nubes, nunca segará. Como tú 5
no sabes cuál es el camino del espíritu, o cómo crecen los
huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la
obra de Dios, el cual hace todas las cosas. Por la mañana 6
siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano;
porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o
si ambas son igualmente buenas. Suave ciertamente es 7
la luz, y agradable a los ojos ver el sol; mas si el hom- 8
bre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado