Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

25. 22–26. 19 PROVERBIOS 1046
agua; porque ascuas allegas * 22
sobre su cabeza, y el SE-
23 ÑOR te lo pagará. El viento del norte ahuyenta la lluvia,
24 y el rostro airado la lengua detractora. Mejor es estar en
un rincón del terrado, que con la mujer rencillosa en casa
25 espaciosa. Como el agua fría al alma sedienta, así son las
26 buenas nuevas de lejanas tierras. Como fuente turbia y
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manantial corrompido, es el justo que se inclina delante
del impío. Comer mucha miel no es bueno; ni inquirir de
28 su propia gloria es gloria. Como ciudad derribada y sin
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muro, es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.
Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así
2 conviene al loco la honra. Como el gorrión en su vagar, y
como la golondrina en su vuelo, así la maldición sin cau-
3 sa nunca vendrá. El látigo para el caballo, y el cabestro
4 para el asno, y la vara para el cuerpo del loco. Nunca
respondas al loco en conformidad a su locura, para que no
5 seas tú también como él. Responde al loco mostrándole
6 su locura, para que no se estime sabio en su opinión. El
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que da un cargo al que no tiene facultad para ejercitarlo,
es el que envía algo por mano del loco; y beberá el daño.
Así como camina el cojo; es el proverbio en la boca del lo-
8 co. Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da
9 honra al loco. Espinas hincadas en mano del embriaga-
10 do, tal es el proverbio en la boca de los locos. El gran Dios
cría todas las cosas; y al loco da la paga, y a los transgre-
11 sores da el salario. Como perro que vuelve a su vómito,
12 así el loco que repite su locura. ¿Has visto hombre sabio
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en su propia opinión? Más esperanza hay del loco que de
él. Dice el perezoso: El león está en el camino; el león es-
14 tá en las calles. Las puertas se revuelven en sus quicios;
15 así el perezoso en su cama. Esconde el perezoso su mano
16 en el seno; se cansa de volverla a su boca. Más sabio es el
perezoso en su propia opinión que siete que le den consejo.
17 El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, es
18 como el que toma al perro por las orejas. Como el que en-
19 loquece, y echa llamas, y saetas, y muerte, tal es el hombre
que daña a su amigo, y dice: Ciertamente lo hice por
25. v.22 Otros: amontonarás.