Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1523 MARCOS 3. 6–27
alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus
corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió;
y su mano fue restituida sana como la otra. Entonces 6
saliendo los Fariseos, tomaron consejo con los herodianos
contra él, para matarle. Mas Jesús se apartó al mar con 7
sus discípulos; y le siguió gran multitud de Galilea, y de
Judea, y de Jerusalén, y de Idumea, y del otro lado del 8
Jordán. Y los que moran alrededor de Tiro y de Sidón,
grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron
a él. Y dijo a sus discípulos que le estuviese siempre 9
apercibida la barquilla, por causa de la multitud, para
que no le oprimiesen. Porque había sanado a muchos; de 10
tal manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, para
tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban 11
delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de
Dios. Mas él les reñía mucho que no lo manifestasen. Y 12, 13
subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a
él. Y estableció doce, para que estuviesen con él, y para 14
enviarlos a predicar. Y que tuviesen potestad de sanar 15
enfermedades, y de echar fuera demonios. A Simón, al 16
cual puso por nombre Pedro; y a Jacobo, hijo de Zebedeo, 17
y a Juan hermano de Jacobo; y los apellidó Boanerges,
que es, Hijos del trueno; y a Andrés, y a Felipe, y a Bar- 18
tolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Jacobo hijo de Alfeo, y a
Tadeo, y a Simón el cananista, Y a Judas Iscariote, el que 19
le entregó. Y vinieron a casa. Y otra vez se juntó la mul- 20
titud de tal manera, que ellos ni aun podían comer pan.
Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; por- 21
que decían: Está fuera de sí. Pero los escribas que habían 22
venido de Jerusalén, decían que tenía a Beelzebú; y que
por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
Y llamándolos, les dijo en parábolas: ¿Cómo puede 23
Satanás echar fuera a Satanás? Si algún reino contra sí 24
mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino.
Y si alguna casa fuere dividida contra sí misma, no puede 25
permanecer la tal casa. Y si Satanás se levantare contra 26
sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; antes
tiene fin. Nadie puede saquear las alhajas del hombre 27