Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

921 SALMOS 21. 2–22. 13
se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho. El de- 2
seo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios
pronunciaron. (Selah.) Por tanto le adelantarás en ben- 3
diciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su
cabeza. Vida te demandó, y le diste largura de días por 4
siglos y siglos. Grande es su gloria en tu salud; honra y 5
hermosura has puesto sobre él. Porque lo has bendeci- 6
do para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro. Por 7
cuanto el Rey confía en el SEÑOR, y en la misericordia del
Altísimo, no será conmovido. Alcanzará tu mano a todos 8
tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; 9
el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.
Su fruto aniquilarás de la tierra, y su simiente de entre 10
los hijos de los hombres. Porque tendieron mal contra 11
ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron. Por 12
tanto tú los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus
rostros. Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantare- 13
mos y alabaremos tu valentía.
Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la maña- 22
na. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras
de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no oyes; y 2
de noche, y no puedo estar en silencio. Tú empero eres 3
santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti 4
esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.
Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se 5
avergonzaron. Mas yo soy gusano, y no varón; oprobio de 6
los hombres, y desecho del pueblo. Todos los que me ven, 7
escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza,
diciendo : Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él, puesto 8
que en él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del 9
vientre, el que me haces esperar en ti desde que estaba a
los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde la ma- 10
triz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No 11
te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no
hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes 12
toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su bo- 13