Ancient Spanish Bible (with variants) - Jewish testimonies

1569 LUCAS 6. 43–7. 9
no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa
primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para
sacar la paja que está en el ojo de tu hermano. Porque 43
no es buen árbol el que hace malos frutos; ni árbol malo
el que hace buen fruto. Porque cada árbol por su fruto es 44
conocido; que no cogen higos de los espinos, ni vendimian
uvas de las zarzas. El buen hombre del buen tesoro de 45
su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de
su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón
habla su boca. ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y 46
no hacéis lo que digo? Todo aquel que viene a mí, y oye 47
mis palabras, y las hace, os enseñaré a quién es semejante:
Semejante es al hombre que edifica una casa, el 48
cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre piedra; y
cuando vino una avenida, el río dio con ímpetu en aquella
casa, mas no la pudo menear, porque estaba fundada
sobre piedra. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al 49
hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento;
en la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó; y fue grande
la ruina de aquella casa.
Y como acabó todas sus palabras oyéndole el pueblo, 7
entró en Capernaum. Y el siervo de un centurión, al cual 2
tenía él en estima, estaba enfermo y a punto de morir. Y 3
cuando oyó hablar de JESÚS, envió a él los ancianos de
los judíos, rogándole que viniese y librase a su siervo. Y 4
viniendo ellos a Jesús, le rogaron con diligencia, diciéndole:
Porque es digno de concederle esto; que ama nuestra 5
nación, y él nos edificó una sinagoga. Y Jesús fue con 6
ellos. Pero cuando ya no estuviesen lejos de su casa, envió
el centurión amigos a él, diciéndole: Señor, no te incomodes,
que no soy digno que entres debajo de mi tejado; por 7
lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di la
palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy 8
hombre puesto en potestad, que tengo debajo de mí soldados;
y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y
a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Lo cual oyendo Jesús, 9
se maravilló de él, y vuelto, dijo a las personas que le seguían:
Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.