13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

detalles tenían vida y su manera de contar era rica en matices. Había partes alegres,<br />

partes conmovedoras y partes violentas. Partes fabulosas que dejaban a uno<br />

boquiabierto y partes incomprensibles, por muchas veces que las escuchara. Si la<br />

vida pudiera medirse por la variedad de sus episodios, podría decirse que la suya<br />

había sido considerablemente rica.<br />

No obstante, después de ser contratado como empleado fijo de la NHK, de<br />

repente la historia de su padre, por algún motivo, perdía colorido. Lo que le había<br />

contado carecía de detalles y coherencia. Era como si para él fuera una simple<br />

anécdota que no merecía la pena contar. Conoció a cierta chica, se casó y tuvo un hijo<br />

—el cual no era otro que Tengo. Varios meses después de dar a luz a Tengo, la madre<br />

enfermó y falleció enseguida. Desde entonces, el padre no volvió a casarse; siguió<br />

trabajando diligentemente como cobrador para la NHK y crió solo a Tengo. Hasta el<br />

día de hoy. Fin.<br />

Su padre apenas le había contado nada sobre las circunstancias en que había<br />

conocido a su madre y se habían casado, ni acerca de cómo era ella, por qué había<br />

fallecido (¿estaría su muerte relacionada con el nacimiento de Tengo?), y si había<br />

tenido una muerte relativamente apacible o si, por el contrario, había sufrido.<br />

Cuando Tengo le preguntaba, él se iba por la tangente y no contestaba. Muchas veces<br />

se ponía de mal humor y se quedaba callado. No había ni una sola fotografía de su<br />

madre. Ni siquiera fotografías de la boda. Su padre le había explicado que no se<br />

habían podido permitir celebrar la boda y que no tenían cámara de fotos.<br />

Pero, básicamente, Tengo no se creía la historia de su padre. Ocultaba hechos y<br />

la alteraba. Su madre no podía haber muerto meses después de que Tengo hubiera<br />

nacido. En los recuerdos de Tengo, su madre vivió hasta que él tuvo un año de edad.<br />

Y, cerca de Tengo, mientras éste dormía, su madre se abrazaba e intimaba con un<br />

hombre que no era su padre.<br />

Su madre se había quitado la blusa, había desanudado el lazo de la combinación blanca y<br />

daba el pecho a un hombre que no era su padre. Tengo dormía profundamente al lado. Pero, al<br />

mismo tiempo, Tengo no dormía. Miraba a su madre.<br />

Esa era la fotografía de recuerdo que le había quedado de su madre. Esa imagen<br />

de apenas diez segundos había quedado grabada con precisión en su mente. Era la<br />

única información concreta que poseía sobre ella. Su consciencia lo llevaba a duras<br />

penas hasta su madre mediante aquella imagen. Un hipotético cordón umbilical los<br />

unía. Su mente flotaba en un líquido amniótico de la memoria y percibía un eco del<br />

pasado. Pero su padre no sabía que aquella imagen le había quedado marcada<br />

nítidamente en la cabeza. Él no sabía que Tengo rumiaba sin cesar los fragmentos de<br />

aquella escena, como una vaca en un prado, y que de ellos obtenía valiosos<br />

nutrientes. Padre e hijo escondían sus propios secretos, profundos y oscuros.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!