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Al otro lado de la línea se oían sin cesar cláxones de coche. Los conductores<br />

parecían encolerizados por algo. Debía de llamar desde una cabina en alguna gran<br />

avenida.<br />

—El domingo que viene, es decir, pasado mañana, nos vamos a ver y luego se<br />

supone que voy a conocer a alguien. —Tengo concretizó las palabras de la chica.<br />

—A las nueve de la mañana, en la estación de Shinjuku, adelante de todo hacia<br />

Tachikawa —dijo ella. Había enunciado tres datos.<br />

—¿Quieres decir que quedamos en el andén de la línea Chūō en dirección<br />

contraria a Tokio, en el primer vagón del tren?<br />

—Eso.<br />

—¿Para dónde compro el billete?<br />

—El que sea.<br />

—Compro el billete que me parezca y, en el sitio de llegada, liquido la tarifa —<br />

supuso Tengo. Era como corregir La crisálida de aire—. ¿Y vamos a ir muy lejos?<br />

—Qué estabas haciendo ahora —inquirió Fukaeri, ignorando su pregunta.<br />

—Preparaba la cena.<br />

—¿El qué?<br />

—Como sólo soy yo, poca cosa. Barracuda seca frita con rábano daikon rallado<br />

por encima. Una sopa de miso con puerro y almejas, que voy a comer acompañada<br />

de tofu. Pepino y alga wakame en vinagre. Y luego, arroz y col china en salmuera. Eso<br />

es todo.<br />

—Tiene buena pinta.<br />

—Bueno, no es nada particularmente delicioso. Casi siempre como las mismas<br />

cosas —dijo Tengo.<br />

Fukaeri se quedó callada. A ella no parecía importarle quedarse callada durante<br />

largo tiempo. Pero a Tengo sí.<br />

—¡Es verdad! Hoy he empezado a corregir La crisálida de aire —le informó<br />

Tengo—. Todavía no he recibido tu autorización definitiva, pero no tenemos muchos<br />

días y pensé que, si no empezaba ya, no nos daría tiempo.<br />

—El señor Komatsu te dijo que lo hicieras.<br />

—Sí. Él me dijo que empezara a corregir.<br />

—Te llevas bien con el señor Komatsu.<br />

—Pues sí. Creo que nos llevamos bien. —Seguramente no existía nadie en el<br />

mundo que pudiera llevarse bien con Komatsu, pero contárselo haría que la<br />

conversación se eternizara.

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