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de volver a estar fuerte, y cada vez circula más capital. La situación es tal que, por<br />

muchos rascacielos que construyamos, no damos abasto.»<br />

—Pues sí que parece lucrativo el sector inmobiliario —dijo Aomame.<br />

—Sí, Aomame. De hecho, si te sobra dinero, deberías emplearlo en comprar<br />

bienes inmuebles —dijo Ayumi—, En una zona limitada como Tokio, el dinero fluye<br />

en grandes cantidades, así que el precio de los solares aumenta por sí solo. No tienes<br />

nada que perder si compras ahora. Es como apostar por un caballo que sabes que va<br />

a ganar. Por desgracia, una mísera funcionaría como yo no dispone de ese dinero.<br />

Por cierto, ¿eres de las que intentan amasar dinero?<br />

Aomame negó con la cabeza.<br />

—Yo sólo uso dinero en efectivo.<br />

Ayumi se rió en voz alta.<br />

—¡Oye, que ésa es la mentalidad del delincuente!<br />

—Escondo el parné entre el somier y el colchón, y cuando la cosa se pone fea,<br />

cojo todo y huyo por la ventana.<br />

—Sí; eso, eso —dijo Ayumi, y chascó los dedos—. Como en La huida. La peli de<br />

Steve McQueen. Un fajo de billetes y una escopeta. Me gusta.<br />

—¿Prefieres a esa gente a la que está del lado de la Ley?<br />

—Es algo personal —respondió Ayumi esbozando una sonrisa—, A nivel<br />

personal, me gustan los forajidos. Me fascina más que andar en un coche patrulla<br />

poniendo multas, por supuesto. Y quizá sea eso lo que me atrae de ti.<br />

—¿Tengo pinta de forajida?<br />

Ayumi asintió.<br />

—Pues la verdad es que sí, en cierto modo. Sin llegar al extremo de Faye<br />

Dunaway con una ametralladora en las manos. —No me hace falta utilizar una<br />

ametralladora.<br />

—Por cierto, te quería preguntar sobre Vanguardia, la organización esa de la que<br />

me hablaste hace poco —dijo Ayumi.<br />

Las dos habían entrado en un pequeño restaurante italiano de Iikura que abría<br />

hasta tarde y ahora comían algo ligero, regado con un vino Chianti. Aomame tomaba<br />

una ensalada de atún; y Ayumi, unos gnocchi con salsa de albahaca.<br />

—Dime —respondió Aomame.<br />

—Como me llamó la atención, después de aquello me puse a investigar por mi<br />

cuenta. Pero cuanto más investigaba, más me olía a chamusquina. Aunque recibe la<br />

denominación de entidad religiosa y ha obtenido permiso, no dispone de un cuerpo

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