13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Se me ha concedido ese poder único, pero a cambio ellos me exigen diversas<br />

cosas. Sus caprichos se han convertido, en otras palabras, en mis caprichos.<br />

Caprichos extremadamente severos a los que no puedo oponerme.<br />

—Ellos —dijo Aomame—, ¿Se refiere a la Little People?<br />

—Así que lo sabes. Bien. Así ganaremos tiempo.<br />

—Sólo sé cómo se llaman. No sé qué es la Little People.<br />

—Probablemente no haya nadie que sepa a ciencia cierta qué es la Little People<br />

—dijo el hombre—. Lo único que podemos saber es que existen. ¿Has leído La rama<br />

dorada de Frazer?<br />

—No.<br />

—Es un libro muy interesante que nos enseña unas cuantas verdades. En cierto<br />

periodo histórico de la Antigüedad, en varios territorios del mundo se había<br />

establecido que, cuando un monarca terminaba su mandato, debía ser asesinado. Los<br />

mandatos duraban entre diez y doce años. Finalizado el mandato, la gente iba y le<br />

infligía una muerte cruel. Era necesario para la comunidad, y el monarca lo aceptaba<br />

de buen grado. La manera de matarlo tenía que ser despiadada y sangrienta.<br />

Además, ser asesinado de tal modo era un gran honor sólo digno de un rey. ¿Por qué<br />

se debía asesinar al monarca? Pues porque, por aquel entonces, el monarca era «el<br />

que escuchaba la voz» en nombre del pueblo. Por propia voluntad se convertía en el<br />

circuito que los unía a ellos con nosotros. Y pasado un periodo de tiempo<br />

determinado, el acto de matar de manera violenta a «el que escucha la voz» se<br />

revelaba como algo indispensable para la comunidad. Era necesario para preservar el<br />

equilibrio entre la conciencia de la gente que vivía en el mundo y el poder ejercido<br />

por la Little People. En la Antigüedad, gobernar era sinónimo de escuchar la voz de<br />

Dios. Pero, claro, poco después ese sistema fue abolido, se dejó de asesinar al<br />

monarca y el trono se convirtió en algo mundano y hereditario. Así fue como las<br />

personas dejaron de escuchar la voz.<br />

Aomame prestaba atención a las palabras del hombre, mientras abría y cerraba<br />

de forma inconsciente la mano derecha, que tenía alzada en el aire. El hombre<br />

prosiguió.<br />

—A ellos se les ha llamado por diversos nombres y, en la mayoría de los casos, no<br />

se les ha llamado nada. Ellos simplemente están ahí. La denominación Litte People sólo<br />

se les ha puesto por conveniencia. Cuando todavía era pequeña, mi hija les llamaba<br />

«la gente pequeñita». Fue ella quien los trajo. Yo les cambié ese nombre por el de<br />

«Little People», porque resulta más fácil de decir.<br />

—Y se convirtió en el monarca.<br />

El hombre aspiró fuerte por la nariz y contuvo el aire en los pulmones durante<br />

un rato. Luego lo expulsó lentamente.<br />

—El monarca, no. Me convertí en «el que escucha la voz».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!