13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

entonación y cierto deje. Quizá fuera oriundo de Hiroshima o de Kyūshū. No lo<br />

distinguía.<br />

—No puede venir —repitió Tengo.<br />

—Eso es. No puede visitarlo.<br />

Tengo se armó de valor y le hizo una pregunta.<br />

—¿Le ha pasado algo?<br />

Hubo un silencio. La pregunta de Tengo se quedó en el aire, sin obtener<br />

respuesta. A continuación el hombre volvió a hablar.<br />

—Así que me temo que usted no volverá a verla nunca jamás. Tan sólo quería<br />

informarlo de eso.<br />

Aquel hombre sabía que su esposa y Tengo se habían acostado juntos. Y que<br />

habían mantenido relaciones durante un año, una vez por semana. Tengo se dio<br />

cuenta. Sin embargo, era extraño que en su voz no se percibiera ningún odio o<br />

rencor. Destilaba algo de una naturaleza diferente. Más que un sentimiento personal<br />

era algo parecido a una imagen objetiva. Por ejemplo, la imagen de un jardín<br />

abandonado y en ruinas, o el lecho de un río después de un gran aluvión.<br />

—Creo que no lo he entendido...<br />

—En ese caso, es mejor que lo olvide —lo interrumpió el hombre. En su voz se<br />

percibió una sombra de fatiga—. Sólo voy a dejarle claro una cosa: mi esposa ya se ha<br />

perdido y no podrá volver a visitarlo bajo ningún concepto.<br />

—Se ha perdido —repitió Tengo confuso.<br />

—Señor Kawana, yo no quería llamarlo. Pero si no le hubiera dicho nada habría<br />

tenido remordimientos. ¿Cree usted que me satisface hablar de esto?<br />

Cuando se callaba, no se oía ningún ruido a través del auricular. Parecía que<br />

estaba llamando desde un lugar sumamente silencioso. O que quizá los sentimientos<br />

del hombre funcionaran como un vacío que absorbía las ondas sonoras de todo lo<br />

que lo rodeaba.<br />

«Hay algo que debo preguntarle», pensó Tengo. Si no, todo se terminaría con<br />

aquel absurdo mar de preguntas. No podía permitir que la conversación se<br />

interrumpiera. Pero aquel hombre no tenía intención de darle ningún detalle sobre la<br />

situación. ¿Qué demonios podía preguntarle a alguien que no estaba dispuesto a<br />

informarlo de la realidad? ¿Qué palabras debería utilizar frente al vacío? Mientras<br />

Tengo buscaba desesperadamente las palabras adecuadas, la línea se cortó sin previo<br />

aviso. El hombre había colgado sin decir nada y se había esfumado. Quizá para<br />

siempre.<br />

Tengo estuvo un rato con la oreja pegada al auricular muerto. Si alguien lo<br />

estuviera escuchando a hurtadillas, quizá lo notaría. Aguantó la respiración y aguzó<br />

el oído, pero no percibió ningún sonido sospechoso. Sólo oía sus propios latidos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!