13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¡Es una pena!—dijo el hombre—. Si te hubieras quedado en 1984, no te habrías<br />

visto obligada a tener que elegir. Pero, por otra parte, no te habrías enterado de que<br />

Tengo ha estado pensando en ti todo este tiempo. Gracias a que has entrado en 1Q84,<br />

sea como sea, conoces esa verdad. La verdad de que, en cierto sentido, vuestros<br />

corazones están unidos.<br />

Aomame cerró los ojos. «¡No voy a llorar!», pensó. «Aún no es hora de llorar.»<br />

—¿Es cierto que Tengo me está buscando? ¿No estará afirmando algo que es<br />

mentira? —preguntó Aomame.<br />

—Hasta el día de hoy, Tengo no ha amado profundamente a ninguna otra mujer<br />

más que a ti. De eso no cabe duda.<br />

—No obstante, no me ha buscado.<br />

—Tú tampoco lo has buscado a él. ¿No es cierto?<br />

Aomame cerró los ojos y durante un instante se retrotrajo a un pasado lejano.<br />

Como si hubiera ascendido una alta colina y observara un estrecho desde un abrupto<br />

acantilado. Podía sentir el olor del mar y percibir el profundo sonido del viento.<br />

—Debimos armarnos de valor y buscarnos el uno al otro hace mucho tiempo. Así<br />

habríamos podido unirnos en el mundo original.<br />

—Hipotéticamente, sí —dijo el hombre—; pero en el mundo de 1984 no lo<br />

habrías visto de esa manera. La causa y el resultado están vinculados de una forma<br />

retorcida. Ese retorcimiento nunca se anulará por muchos mundos que se<br />

superpongan.<br />

Las lágrimas brotaron de los ojos de Aomame. Lloró por todo lo que había<br />

perdido hasta entonces. Lloró por lo que iba a perder. Al cabo de un rato—¿cuánto<br />

tiempo habría estado llorando?— llegó un punto en que fue incapaz de llorar más.<br />

Las lágrimas se habían agotado como si sus emociones hubieran chocado contra un<br />

muro invisible.<br />

—¡Genial!—dijo Aomame—, No existe fundamento alguno ni puede<br />

demostrarse nada. No lo entiendo en detalle y, a pesar de todo, tengo que aceptar tu<br />

propuesta... Te haré desaparecer de este mundo, como deseas. Te concederé una<br />

muerte instantánea e indolora para que Tengo sobreviva.<br />

—Eso quiere decir que haces el trato conmigo, ¿no?<br />

—Sí, hago el trato.<br />

—Es probable que vayas a morir —dijo el hombre—. Te perseguirán y te<br />

castigarán. El castigo seguramente será atroz. Son unos fanáticos.<br />

—No importa.<br />

—Porque amas.<br />

Aomame asintió.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!