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—Sí; eso, eso —dijo Ayumi, y chascó los dedos—. Como en La huida. La peli de Steve McQueen. Un fajo de billetes y una escopeta. Me gusta. «No es una vida tan divertida», dijo Aomame a la pared. Después Aomame fue al cuarto de baño, se desnudó y se dio una ducha. El agua caliente arrastró el desagradable sudor que quedaba en su cuerpo. Salió del cuarto de baño, se sentó frente a la mesa de la cocina y, mientras se secaba el pelo húmedo con una toalla, volvió a tomar un trago de la cerveza que había dejado. «Hoy las cosas se han sucedido como cabía esperar», pensó Aomame. «Clac. El engranaje se ha movido hacia delante. Una vez que avanza hacia delante, nunca vuelve atrás. Ésa es una regla mundial.» Aomame cogió la pistola, la puso del revés y se metió el cañón en la boca, mirando hacia arriba. En el extremo de los dientes sintió su tacto metálico, muy duro y frío. Olía ligeramente a grasa. «Podría volarme los sesos. Levantar el percutor y apretar el gatillo. Todo se terminaría para siempre. No haría falta pensar en nada. No haría falta huir.» Aomame no tenía ningún miedo de morir. «Yo muero y Tengo sobrevive. Él va a vivir en este mundo de dos lunas, en el año de 1Q84. Pero en él yo no estoy incluida. No podré verlo en este mundo. Nunca podré verlo por muchos mundos que se superpongan. Al menos eso es lo que dijo el líder.» Aomame observó lentamente todo el piso. «Es como un piso piloto», pensó. «Está limpio, da sensación de uniformidad y dispone de todo lo que necesito. Pero sólo es un piso de cartón piedra, frío e impersonal. Morirme aquí no sería una muerte demasiado agradable. Pero aunque lo cambiara por un escenario que me agradase, en este mundo no existen las muertes agradables. Además, al fin y al cabo, el mundo en que vivo se parece a un enorme piso piloto. Entro, tomo asiento, bebo té, contemplo el paisaje por la ventana y, llegado el momento, doy las gracias y me voy. Todos los muebles no son más que objetos falsos dispuestos para la ocasión. Tal vez incluso la Luna que se ve por la ventana también sea de cartón piedra. »Pero yo amo a Tengo», pensó Aomame. Lo pronunció en voz baja. «Yo amo a Tengo. Eso no es una burda comedia. 1Q84 es un mundo real en el que, si te cortas, sangras. El dolor es dolor de verdad, el miedo es miedo de verdad. La Luna suspendida del cielo no es de papel maché. Es una Luna real. Un par de lunas reales. Y en este mundo voy a morirme voluntariamente por Tengo. Nadie podría decir que eso sea falso.» Aomame miró el reloj circular colgado de la pared. Un diseño simple de la marca Braun. Hacía juego con la Heckler & Koch. Aparte de aquel reloj, no había nada más colgado de la pared. Las manecillas marcaban las diez. Era hora de que los dos hombres descubrieran el cadáver del líder.
En un dormitorio de una elegante suite del Hotel Okura, un hombre había dejado de respirar. Un hombre corpulento, que no era normal y corriente. Había pasado al otro mundo. Ya no podría regresar a este mundo por medio de nadie ni de nada. Por fin ha comenzado la hora de los fantasmas.
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HARUKI MURAKAMI 1Q84 Traducción Ga
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Índice RESUMEN ...................
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RESUMEN En japonés, la letra q y e
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AOMAME No se deje engañar por las
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el mundo con aquel apellido? Si no
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—A las cuatro y media —afirmó
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El conductor tardó un poco en cont
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Aomame señaló el equipo de estér
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que llevaba, pero, mientras no atra
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TENGO Una idea un tanto diferente C
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El «ataque» de esta vez fue largo
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vistazos. Aunque ha habido algunas
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que yo más valoro. Las cosas prede
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Hacía tan sólo cinco años que Te
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alguien, se ponía nervioso y no le
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ver qué es lo que quiere escribir.
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facciones clásicas y el cabello la
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AOMAME Algunos hechos que han cambi
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compuesta originariamente como una
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maldijo todo y hasta escupió en el
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Aomame depositó el abrigo en las t
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—El cliente es..., eh..., el señ
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más podía encontrar a tientas aqu
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Aomame entreabrió la puerta, inspe
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Tengo se levantó de la cama y, des
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—¿Y qué sabe ella de mí? —Le
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Su manera de hablar tenía ciertas
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—El profesor siempre lo escucha.
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—Entonces, ¿quién demonios envi
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—Lo que quiero saber es qué te p
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—Si lo intentas, tú también pod
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—No sé nada de sus dotes. Acabo
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y soviéticos en el frente de Europ
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hombre, «un Cutty Sark on the rock
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—Nada. Como te vi concentrada en
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—Gracias. Me basta con saber eso
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—Hasta hoy no ha habido ni una so
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especial. Incluso llegó a pensar e
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TENGO ¿Vamos a ir muy lejos? Capí
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—Entendido. Por la tarde tengo un
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que con unas paredes y un techo par
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mayor celeridad. Además, la parte
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la madre de una compañera del mism
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Al otro lado de la línea se oían
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—Da igual, no importa —dijo Ten
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Delante de la entrada había dispue
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Aomame esperó contemplando los fan
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La señora siempre hablaba en voz b
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—Sí, si pusiera una puerta de te
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Aomame asintió. Sus charlas siempr
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—Tienen que acabarse necesariamen
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Tamaru volvió a dirigir una mirada
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TENGO Capítulo 8 Ir a un lugar des
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se negaba a pagar, lo amenazaban o
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garante. Gracias a él, el padre de
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Era una agradable y despejada maña
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—Pues debe de ser un problema en
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Aquella soleada mañana de domingo
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Fukaeri miró a Tengo con cara de e
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AOMAME Cambió el paisaje, cambiaro
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por algún motivo no lo hubiera vis
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y había conseguido que cambiaran l
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»No puedo ir al médico», pensó
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Aunque en realidad nunca las había
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allí se lavó la cara con jabón,
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vestidos para hacer escalada de lo
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en un sitio tan mal comunicado ten
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—En inglés se diría field of sa
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—Es decir, la parte fraudulenta d
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—Probablemente sea algo congénit
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—No me suena, no. —La familia d
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ventajas fiscales. Además, Fukada
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preparatoria para la revolución. S
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que protagonizó el tiroteo con las
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—Entonces, en otras palabras, ¿q
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patada en los huevos duele bastante
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de ella, les sirvió con esmero. La
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—¿Cree que la patada en los test
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—Mira, a mí no me interesan las
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—Claro que no —contestó Aomame
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—Bueno..., no es que no tenga éx
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TENGO Venga a nosotros tu reino El
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hablaba de lo que ocurría dentro d
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—Mi mujer falleció hace diez añ
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obstáculos es bastante fácil. La
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sientes una gran estima por la obra
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débilmente. Y cuanto más dura fue
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Entonces, un buen día, ella lo aga
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AOMAME Víctima de nacimiento Capí
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¿Tenía algún trabajo pendiente e
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—Al principio el objetivo era ir
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las yemas de sus dedos recordaban.
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Aomame frunció un poco el ceño.
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local de comida basura, o con un be
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no le gustaba su físico, Tamaki no
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Tamaki se suicidó un día ventoso
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TENGO Capítulo 14 Algo que ningún
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inmediato a los editores, al presid
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Komatsu sujetó el cigarro entre lo
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—Si alguna vez tienes una fantas
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albergaba. No odiaba a Tengo en sí
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unas gafas gruesas y horribles, per
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demasiado pensar. Por aquel entonce
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tamaño de su pecho era insuficient
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con papel, sin nombre ni dirección
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—No es ninguna molestia —respon
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—Hay quien se queja por todo —r
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—¿Ni uno? —No, ni uno —respo
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asusta pensar que nunca llegues a u
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—Me alegro. Contigo tengo la impr
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Aomame miró el pezón. Ciertamente
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Volvió a su habitación, cerró la
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se lo decían sus entrenadores y su
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—Claro. Fukaeri parece confiar en
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—No sabe nada de lo que hay detr
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—¿Ha escrito usted muchas novela
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—Me gusta Bach. —¿Alguna obra
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Tengo la miró a la cara. Bebía ch
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Tras separarse de Fukaeri, Tengo pi
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AOMAME Seamos felices o desdichadas
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Cuanto más miraba, más incomprens
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nutritivas. La gente iba muriéndos
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enfermedad. Nadie sospechó nada. A
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La anciana le dio más explicacione
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cuerpo pareció aligerársele de pr
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ha empezado a hablar algo. Tiene un
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La niña miró de reojo a Aomame y
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—¿Destruido? —Sí. Se lo han d
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—¿El que le resalta el pecho?
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una noticia que sorprendió tanto c
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marino más bien corta. Como de cos
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Se hizo un silencio. —Nadie sabe
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convertirse de la noche a la mañan
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—¿Podemos atraer realmente algo
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—¿El qué? —Estamos unidos.
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implantación para el embrión ha q
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—¿Se trata de algún grupo espec
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ecibido el reconocimiento de comuni
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—No pienso pedirle tanto, por sup
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Un hombre que encuentra placer en v
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alguno. Sólo, a veces, los hombros
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llevar a Fukaeri a algún sitio Men
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Fukaeri se despertó pasadas las do
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»—Pronto vais a conocer a unos s
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oscura controlada por un sistema to
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para librarse de toda la mugre lite
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—¡Pobres guiliacos! —exclamó
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Pero fue incapaz de ponerse a escri
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AOMAME Por muy lejos que intentemos
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«les pidieron que se marcharan» a
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organización religiosa parecían e
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una bella explicación sobre el des
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Hacía poco que se había enterado
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Aomame recordó su época en la esc
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TENGO Capítulo 22 El tiempo transc
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La novia de Tengo era diez años ma
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Tras la publicación en un volumen
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películas de Hitchcock. Se había
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Tengo se sintió un poco confuso en
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momento oportuno, era posible hacer
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AOMAME Esto no es más que el comie
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Pensé que así podría ir contigo
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eligioso ni nada que se le parezca.
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—Por supuesto, así como hay gent
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Aomame frunció un poco el ceño.
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—Sí, y me parece que mucho. —Y
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Aomame se quedó sorprendida. La pe
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TENGO Capítulo 24 ¿Qué sentido t
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fascinado. Por qué andarán por la
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«El profesor posee una gran fuerza
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Por muy excelente persona que se se
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Mientras le acariciaba suavemente l
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un aperitivo, con un pequeño episo
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—No tengo ningún interés por re
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SEGUNDO LIBRO Julio - Septiembre
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Tamaru asintió en silencio y cerr
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mirándolos. Pero tras su desaparic
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—Como le dije anteriormente, pase
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conversación con Aomame la había
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hacerlo, pero, sintiéndolo mucho,
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—Se trata de un favor un poco inu
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—Gracias. Este, probablemente, se
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TENGO No tengo nada, aparte de alma
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Eriko no ha regresado a su casa en
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forma de aquel cabello probablement
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—Es posible que nunca haya oído
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distintos ángulos, buscando distin
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dos o tres días? Luego ya tomará
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Tengo tomó la tarjeta de Ushikawa
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preparó té. Justo veinte minutos
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AOMAME Capítulo 3 La manera de nac
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Aomame frunció un poco el ceño al
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—En la cuenta de ahorros normal t
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—Esos dos guardaespaldas debería
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Y tiene poco retroceso. No se puede
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Aomame se mordió el labio. —Lo m
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modo, nadie saldrá perjudicado. Na
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vehículos había disminuido y en l
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TENGO Quizá sea mejor no desearlo
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si se lo propusiera, podría sacar
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«Parece que mi corazón es incapaz
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ajo el grifo. Extendió papel de co
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AOMAME Capítulo 5 Un ratón se enc
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tendencia peligrosa. Después de to
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un mensaje de Tamaru. Fue a una cab
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—Por supuesto. —Un ratón se en
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Luego la envolvió en un pañuelo b
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cejas, se embadurnó la cara con un
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Komatsu seguramente lo avisaría de
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sirve en el futuro. Seguro que hay
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«Pero ¿quién demonios puede salv
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Mientras escuchaba, se sintió como
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ealizar esa operación tan compleja
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«Espero que este tipo no esté sug
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en todo este asunto que no se puede
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AOMAME Capítulo 7 El sitio en el q
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Al escuchar aquellas palabras, ella
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—Si es posible... —dijo Aomame
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sentido más general. Se podría de
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Aomame volvió a rezar para sí mis
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Evidentemente, el asunto de Kyōko
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acompañarlo a cobrar la cuota de l
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grupo aún más numeroso de gatos a
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En Tateyama se bajó del expreso y
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cuencas de los ojos parecían mucho
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—Tú no eres nadie. —El padre r
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amarse a sí mismo. ¿Entiende lo q
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—No lo entiendo —dijo Tengo. El
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AOMAME El precio a pagar por la gra
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poner su cuerpo en orden. Ellos dos
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pudiera ser corpulento. A Aomame le
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estoy habituada a tocar el cuerpo d
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—Mientras permanezco en ese estad
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Aomame sentía que aquel cuerpo cam
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El padre seguía admirando el paisa
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«Por fin, heme aquí en un punto d
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—Me voy a quedar aquí —dijo Fu
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—De acuerdo —contestó Fukaeri,
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de mí? ¿Me tomáis el pelo?» ¿N
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Tengo se quedó callado, mirando a
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—Eso no lo sé. —¿Es la Little
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—Si existe un dolor que aún no h
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«¡Qué raro!», pensó Aomame. «
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Aomame frunció levemente los labio
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Aomame contempló los diez dedos de
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—Se me ha concedido ese poder ún
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perdieron esa energía y el reloj c
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—Lo entenderás. Aomame sacudió
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TENGO Capítulo 12 No se pueden con
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Page 517 and 518: actos de la Little People, ellos ha
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Page 529 and 530: Fukaeri comenzó a exhalar su cáli
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Page 537 and 538: AOMAME Capítulo 15 Por fin ha come
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Page 541 and 542: tomar café o sándwiches de jamón
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daughter, huía de la comunidad y,
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TENGO La Morsa y el Sombrerero Loco
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cosas que le habían pasado inadver
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AOMAME ¿Qué hago? Capítulo 21 Es
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y tenía una forma desproporcionada
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través de la rendija que había en
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escalofrío que siento en mis adent
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TENGO En cuanto haya dos lunas en e
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Las cortinas descoloridas por el so
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—Muchísimas gracias —dijo Teng
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Fukaeri movió el mentón sutilment
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—En este mundo —añadió Tengo.
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categoría podría destilar. Ademá
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—Eso es. —Como en esa película
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sitio, se me van a echar encima. Ha
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Aomame se apoyó contra la verja y
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Pero la mujer no apartó la mirada
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—Desgraciadamente, ahora mismo ya
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Pese a que seguramente no existía
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—¿Algún cambio? —le preguntó
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Tengo se quedó callado durante un
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—¿Ha habido algún cambio? —Ni
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Cuando regresó a la habitación, d
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Sin saber qué hacer, Tengo permane
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Cuando el tren dibujó una gran cur
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