13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Básicamente, Fukaeri ha dado su consentimiento para que yo reescriba la<br />

historia. O eso creo.<br />

—¡Estupendo! —dijo Komatsu. Se puso de buen humor—. Maravilloso. La<br />

verdad es que andaba un poco preocupado. Pensaba que igual no estabas demasiado<br />

preparado para ese tipo de negociaciones.<br />

—No hubo ninguna negociación —dijo Tengo—. Ni siquiera hizo falta<br />

persuadirla. Le expliqué más o menos el asunto y luego ella tomó la decisión por sí<br />

sola.<br />

—No importa. Si dio su fruto, no tengo nada más que decir. Entonces, el plan<br />

puede tirar para adelante.<br />

—Pero antes tengo que conocer a alguien.<br />

—¿A alguien?<br />

—No sé quién es. En fin, quiere que conozca a esa persona y que hable con ella.<br />

Komatsu se quedó en silencio durante unos segundos.<br />

—¿Y cuándo la vas a conocer?<br />

—El domingo que viene. Fukaeri me va a llevar junto a esa persona.<br />

—Hay una regla importante con respecto a los secretos —dijo Komatsu con voz<br />

seria—: cuanta menos gente conozca el secreto, mejor. Por ahora, sólo tres personas<br />

conocen el plan. Tú, yo y Fukaeri. A ser posible, me gustaría que el número no<br />

aumentara. ¿Entendido?<br />

—Me parece lógico —dijo Tengo.<br />

A continuación, la voz de Komatsu volvió a suavizarse.<br />

—De todos modos, Fukaeri ha dado permiso para que corrijas su obra. Eso es lo<br />

más importante. El resto da igual.<br />

Tengo se pasó el auricular a la mano izquierda y se masajeó lentamente las<br />

sienes con el índice de la mano derecha.<br />

—Oiga, señor Komatsu, yo estoy intranquilo. Aunque no existe ningún<br />

fundamento para ello, no puedo evitar la sensación de estar metiéndome en algo fuera<br />

de lo normal. Cuando estaba frente a Fukaeri, no lo sentía; sin embargo, en cuanto me<br />

despedí de ella, esa sensación fue creciendo paulatinamente. Llámele presentimiento<br />

o corazonada, pero hay algo extraño. Algo fuera de lo normal. Lo siento con todo el<br />

cuerpo, no sólo con la cabeza.<br />

—¿Te sentiste así por haber quedado con Fukaeri?<br />

—Eso me parece. Creo que Fukaeri es auténtica. Aunque, por supuesto, no deja<br />

de ser una impresión mía.<br />

—¿Quieres decir que sus dotes son auténticas?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!