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Una silla tapizada y descolorida. La parte de madera estaba llena de arañazos,<br />

como si la hubieran usado durante mucho tiempo. El padre siguió con la mirada sus<br />

movimientos al sentarse.<br />

—¿Cómo se encuentra? —preguntó Tengo.<br />

—Bien, gracias a Dios —contestó el padre en un tono formal.<br />

Tengo no supo cómo continuar. Mientras toqueteaba con los dedos los tres<br />

botones de su camisa vaquera, dirigió la mirada hacia el pinar al otro lado de la<br />

ventana y luego miró a su padre a la cara.<br />

—¿Ha venido desde Tokio? —dijo el padre. No parecía acordarse de Tengo.<br />

—Sí, desde Tokio.<br />

—¿Ha cogido el expreso para venir aquí?<br />

—Eso es —respondió Tengo—. He ido en expreso hasta Tateyama y luego me he<br />

subido a un tren normal que me ha traído hasta Chikura.<br />

—¿Ha venido para darse un baño en el mar? —preguntó el padre.<br />

—Soy Tengo. Tengo Kawana. Su hijo.<br />

—¿De qué parte de Tokio viene? —preguntó el padre.<br />

—De Kōjien, del barrio de Suginami.<br />

Las tres arrugas en la frente de su padre se hicieron más profundas.<br />

—Mucha gente cuenta mentiras para no pagar la cuota de recepción de la NHK.<br />

—Papá —lo llamó Tengo. Hacía mucho tiempo que no pronunciaba aquella<br />

palabra—. Soy Tengo. Su hijo.<br />

—Yo no tengo hijos —afirmó categóricamente el padre.<br />

—No tiene hijos —repitió de manera automática Tengo.<br />

El padre asintió.<br />

—Entonces, ¿quién demonios soy yo? —preguntó Tengo.<br />

—Tú no eres nadie —dijo el padre. Y sacudió la cabeza dos veces con un simple<br />

movimiento.<br />

Tengo tragó saliva y se quedó sin habla durante un instante. El padre tampoco<br />

volvió a hablar. En medio de aquel silencio, ambos sondeaban la maraña de sus<br />

respectivos pensamientos. Las cigarras seguían cantando hasta la extenuación, sin<br />

inmutarse.<br />

«Seguro que este hombre está diciendo la verdad», sintió Tengo. Puede que se le<br />

hubiera arruinado la memoria y que no tuviera la mente clara, pero lo que decía<br />

probablemente fuera la verdad. Tengo lo comprendió de manera intuitiva.<br />

—¿Qué quiere decir con eso? —inquirió Tengo.

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