13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ushikawa soltó una extraña y sonora carcajada. Su cabeza ovalada se agitó<br />

elípticamente al otro lado de la línea —en algún lugar de este mundo.<br />

—¡Ja, ja, ja! ¡Qué gracioso es usted, señor Kawana! Quizá no sea tan agradable<br />

como una nana, pero el tema en sí no es tan serio como para quitarle el sueño. Esté<br />

tranquilo. Se trata de una simple cuestión de sí o no. Me refiero, esto..., a la<br />

subvención de la que le hablé. Los tres millones anuales de yenes. No es un mal<br />

negocio. ¿Qué me dice? ¿Lo ha considerado? Porque nosotros necesitamos que nos<br />

dé una respuesta definitiva.<br />

—Creía que la otra vez ya había rechazado claramente la subvención. Le<br />

agradezco muchísimo la oferta, pero ahora mismo no me falta nada. No paso por<br />

ninguna estrechez económica y, a ser posible, prefiero seguir con este ritmo de vida.<br />

—No quiere depender de nadie.<br />

—No, en resumidas cuentas.<br />

—¡Vaya! Debo decir que me parece una postura admirable —dijo Ushikawa, y<br />

emitió una especie de pequeño carraspeo—. Quiere vivir por sí mismo y a ser posible<br />

no mezclarse con el sistema. Comprendo cómo se siente. Sin embargo, señor<br />

Kawana, permítame que me meta en donde no me llaman, pero este mundo es como<br />

es. Nunca se sabe lo que le va a pasar, así que necesita algún tipo de protección. No<br />

es conveniente carecer de algo en lo que apoyarse, de algo que proteja contra el<br />

viento. Aunque me duela decírselo, señor Kawana, ahora mismo, esto..., usted no<br />

tiene nada en lo que apoyarse. Nadie a su alrededor le ofrece protección. Parece que<br />

a su lado sólo hay gente que, llegada la hora, si corrieran malos vientos, lo dejaría en<br />

la estacada y huiría. ¿Me equivoco? Se suele decir que hombre precavido vale por<br />

dos. ¿Acaso no es importante asegurarse contra cualquier imprevisto? No se trata<br />

sólo de dinero. El dinero no es más que una especie de muestra.<br />

—No entiendo de qué me habla —dijo Tengo. El desagrado que había sentido de<br />

forma intuitiva la primera vez que lo vio resucitaba paulatinamente.<br />

—Esto..., ¡claro! Supongo que como usted todavía es joven no entiende estas<br />

cosas. Me refiero a que a medida que pasan los años, la vida no es más que un<br />

constante proceso de pérdida. Todo aquello que le importa en la vida va cayendo de<br />

sus manos como los pétalos de una flor. Y lo único que obtiene a cambio son<br />

imitaciones sin valor. Sus capacidades físicas, sus esperanzas, sus sueños e ideales,<br />

certezas y personas amadas: todas esas cosas van desapareciendo una por una de su<br />

lado. Se despiden y se marchan o cierto día desaparecen de repente, sin previo aviso.<br />

Una vez desaparecidas, nunca más podrá volver a tenerlas. Tampoco encontrará<br />

nada que las sustituya. Es bastante penoso. A veces resulta de una angustia<br />

martirizadora. Señor Kawana, pronto va a cumplir treinta años. A partir de entonces,<br />

su vida va a ir entrando poco a poco en el dominio del crepúsculo. Esto..., me refiero<br />

a que va a ir envejeciendo. Supongo que ya habrá empezado a conocer esa penosa<br />

sensación de perder algo. ¿No es cierto?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!