13.05.2013 Views

pablo.pdf

pablo.pdf

pablo.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

nutritivas. La gente iba muriéndose como si nada por la polio, la tuberculosis, la<br />

viruela o el sarampión. Entre la plebe, no debía de haber muchos que pasaran de los<br />

cuarenta años. Las mujeres daban a luz a numerosos niños, a los treinta ya se les<br />

caían los dientes y se convertían en abuelas. A menudo, para sobrevivir, la gente<br />

tenía que recurrir a la violencia. A los niños se les imponían trabajos penosos que les<br />

causaban deformaciones en los huesos, y la prostitución de niñas era algo habitual.<br />

Quizá también de niños. Mucha gente vivía al límite, en un mundo ajeno a la<br />

sensibilidad y a la riqueza espiritual. Las calles de las ciudades estaban infestadas de<br />

discapacitados, mendigos y delincuentes. Los que podían sentir emociones<br />

profundas, contemplar la Luna, admirar obras de Shakespeare y escuchar la bella<br />

música de Dowland seguramente eran una pequeña porción de gente.<br />

La anciana sonrió.<br />

—Eres una mujer realmente interesante.<br />

—Soy una persona del montón. Sólo que me gusta leer. Sobre todo, libros de<br />

historia —dijo Aomame.<br />

—A mí también me gustan los libros de historia. Me enseñan que, tanto antes<br />

como ahora, seguimos siendo básicamente los mismos.<br />

Aunque la forma de vestir o de vivir se diferencie un poco, aquello en lo que<br />

pensamos y que realizamos apenas ha cambiado. El ser humano, en resumidas<br />

cuentas, sólo es un portador de genes, no es más que una vía. Esos genes van<br />

pasando de época en época a través de nosotros, como si corrieran en caballos hasta<br />

reventarlos. Y no se pueden juzgar en términos de bueno o malo. Podemos tener<br />

suerte con ellos o no, pero de eso ellos no saben nada. Nosotros tan sólo somos un<br />

medio. Ellos únicamente tienen en cuenta lo que les resulta más eficaz para sí<br />

mismos.<br />

—Sin embargo, nosotros sí que nos tenemos que juzgar en términos de bondad o<br />

maldad. ¿No le parece?<br />

La anciana asintió.<br />

—En efecto. Tenemos que juzgarnos. Pero los que rigen los fundamentos de<br />

nuestra vida son los genes. Naturalmente, ahí se produce una contradicción —dijo la<br />

anciana, y sonrió.<br />

La conversación sobre la historia se terminó en ese punto. Ambas bebieron lo<br />

que les quedaba de infusión y pasaron al entrenamiento de artes marciales.<br />

Ese día, comieron un ligero almuerzo dentro de la mansión.<br />

—La verdad es que sólo hemos podido preparar cosas sencillas. ¿Le importa? —<br />

preguntó la anciana.<br />

—Por supuesto que no —dijo Aomame.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!