TIMOS Yliras - DSpace CEU

i 16 TIRIOS Y TROYANOS.
de los mayorazgos,la no exención de cargas en la nobleza, ta ad­
misión de todos los ciudadanos á los empleos públicos, y todo lo
cpie dice relación á la libertad personal. Mas lo malo es lo malo,
ya lo he dicho. Si el poder vé peligro para el Estado en la libertad
en cuestión, ¿á donde irá á parar la garantía ? Por la parte mas
corta al infierno, y chille el ciudadano lo que quiera. La arbitra­
riedad es principio que el Código de Bayona consigna. Si el mo­
narca se empeña , no hay tu lia : será rey á lo turco y tres mas.
Y si no se empeña, también: tan absolutista es la Carta por cuya
gracia y la de Dios gobierna. ¿Será cierto lo que decia Napoleón,
que es mas fácil establecer repúblicas sin anarquía, que monarquía
sin despotismo? Mientras el lector se lo rumia, yo diré con Ma­
dama de Stael, que una representación nacional no es otro, cuando
es imperfecta,que un instrumento mas de tiranía: diré con Mr. de
Toulotte que afirmar que las naciones son hechas para los reyes,
como viene á afirmarlo esa Carla, equivale á decir que los buques
son hechos para el timón: diré que si la publicidad, como decia
Bailly, es la salvaguardia del Pueblo, no es posible que existan
garantías donde la imprenta se halla encadenada, donde las sesio­
nes de Cortes son todas un misterio impenetrable : diré, en fin,
con Mr. Malesherbes, que donde las leyes pueden ser infringidas
so pretesto de salvación pública, como en nuestro caso sucede, no
hay gobierno representativo, ni Constitución verdadera. El abso­
lutismo sin máscara es preferible por cien mil razones al que sale
disfrazado á la escena con la careta de libertad. ¿Qué podéis espe­
rar de un país, decia el gran Mirabeau, que no saben gritar otra
cosa, sino tan solamente viva el rey ? ¿Qué podia esperar la liber­
tad de la Constitución de Bayona, donde apenas existe un renglón
que no nos asesine á puro rey? Y al fin se contentaran sus au-
toivs con esclavizar al país solamente de puertas adentro;mas para