TIMOS Yliras - DSpace CEU

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la cueva á la luz, y salvar su Mencía, su conciencia, volvien­
do al seno de la madre Patria, como Gil ala vida social.
Y con esto veréis, lectores mios, que á pesar de la zurra á
que arriba condené, porque así debí hacerlo, á nuestros estraviados
compatriotas, sé distinguir entre unos y otro6, y ser justo con
todos al fin, como lo debo hacer á ley de honrado y de historia­
dor i m parcial.
Libre España de gente enemiga en todo el territorio compren­
dido entre el Mediterráneo y el Ebro, añadióse á esta primera
victoria la que en Portugal alcanzó el ejército inglés sobre las
tropas de Junot, que derrotadas primero junto á Rolliza, y luego
en la batalla de Vimeiro, recibiéronla ley del vencedor, sujetán­
dose el 30 de agosto á evacuar el territorio lusitano, con arreglo al
convenio de Lisboa que los mas apellidan de Cintra.No entra ahora
en mi plan hablar de ingleses, ni del general Wellesley, mas ade­
lante Duque de Wellington, á quien fué debido ese triunfo; pero
sí diré que fué un chasco permitir la evasión á los.franceses quien
los podia alar codo con codo, en vez de enviarlos á Francia, pa­
ra dejarlos luego en libertad de venir á caer sobre nosotros.
Fué aquello un buen partido de pelota, pero de mal rebote para
España. Así fué que ni esta, ni Inglaterra, ni el mismo Portugal
que quedó libre, se mostraron muy satisfechos con aquella salida
de tono de los generales británicos. Los españoles en medio de
eso, pudieron sacar un gran fruto de la consternación del enemi­
go , antes de darle tiempo á reforzarse con los nuevos socorros que
esperaba. ¿Porqué no lo hicieron así? ¿Porqué tras la victoria de
Bailen , no se persiguió sin descanso al atribulado invasor, cuya
corte y cuartel general temblaban de miedo en Vitoria ?
Nuestros grandes políticos pensaban en la centralización del
poder, y perdiendo un tiempo precioso en inútiles dimes y diré-