TIMOS Yliras - DSpace CEU

io 1812. 3;i3
iris están todas muy cn el orden, ó á Dios Constitución sino
•ié' adoptan, y por lo que respeta á las dos últimas, nó'creo
ijue sea preciso ésplicar la razón en que se fundan su justicia v
oportunidad.
Por lo que toca á lo que disponéis respecto á la formación
de las leyes, el capítulo merece la pena de ser tomado en con­
sideración. Yo os hallo muy en vuestro lugar declarando que
lorio diputado tiene la facultad de proponerlas, y me parece
bien que establezcáis tres lecturas consecutivas para entrar en
su discusión, y juzgo oportuno igualmente todo lo domas que
decís, ordenando entre otras disposiciones que se proceda v
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Votación por mayoría absoluta de votos, debiendo para ello estar
presentes al menos la mitad y uno mas de los micmnr'os Y
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Asamblea. Una cosa reparo no obstante en lo que á la iniciativa
concierne, y es que sois muy claros y esplícitos en 1
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reservárosla vosotros, y oscuros y basta casi enigmáticos' ¿n
cuanto á concederla al monarca y á los malaventurados minis­
tros, erre que erre en considerarlos incapaces de sacramentos (1).
íia Constitución de Bayona era toda por el rey y para el rey,
como en otra parte he notado: la vuestra en ciertos puntos es
toda por vosotros y para vosotros. ¿Cómo olvidáis que España
está á la puerta, proclamando como una energúmena á su que-
*Wó rey Fernando VII? *•» *
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(', Entre las facultades del rey no se cuenta la iniciativa en la Constitución
del año 12; pero del artículo 125 de la misma parece que debe inferir.
que efectivamente la tiene, al menos en algunas ocasiones. Dicho articulo
d'pe así: «Eu los casos cn que los secretarios del Despacho hagan á las Cúralgunas
propuestas á nombre del rey, asistiián á las discusiones cuando
Jdel modo que las Cortes determinen, y hablarán cn ellas; pero no podrán
presentes á la vott^^l^ 0
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TOMO i. 23
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