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314 TUMOS Y TKOVAINOS. .
esos sacrificios no se hacen mientras queda una remola esperanza
de poder arreglarse las cosas, y ora sea por esta razón, ora por la
ya susodicha de temer la Asamblea irritar á la población gaditana,
ora por no dar al inglés el monopolio que á esta le quitase, ora,
en fin, por las tres razones juntas y por alguna otra que no añado,
aunque ya la he indicado en otra parte, el resultado fué que las
Corles se mostraron con el gobierno inglés mas cautas de lo que
él deseaba. Su decisión no obstante fué propicia en cuanto, hablan­
do racionalmente, lo podia ser sin peligro, ó sin los peligro" a[
menos que muchos entonces temían, y cu prueba de que esto fué
así, hé aquí la sustancia de las bases con que la mediación fué
admitida. 1. a
Las provincias disidentes en masa (es decir las del
Rio de la Plata, Venezuela,Santa Fé y Carlajena), debían allanarse
á reconocerá! gobierno legítimo español, enviando á las Cortes di­
putados que las representasen en ellas, como estaba previamente
acordado: 2.* mientras durasen las negociaciones, debían suspenderse
las hostilidades, poniendo en libertad los insurgentes á todos los que
hubieran sido presos por partidarios de la metrópoli, y debiendo
hacer otro tanto los partidarios de esta con aquellos, restituyéndo­
se los unos y los otros las propiedades y posesiones de que hubie­
ran sido privados: 3." el gobierno español se obligaba á oir con
paternal solicitud las reclamaciones y quejas que por toda suerte
de agravios le espusiesen aquellos naturales, ya individual, ya co­
lectivamente: 4. a
dicho gobierno de bia ser informado en el térmi­
no de ocho meses, ó antes si fuese posible, acerca del estado en
que se hallase la suspirada reconciliación: 5." á fin de que la
Gran Bretaña pudiera llevar á cabo este interesante negocio, y a
fin también de darle un testimonio de grat'tud por sus buenos ofi­
cios, concediasele la facultad de comunicar con las provincias dw
dm'.cs mientras duras; la referid i negociación, QUEDANDO AL C.CI*