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ANO 1811. 273
lo que pasa á su lado, en el paraíso edítano , en los bellos jardi­
nes de Valencia.
Y sí señor, el mariscal Suchet (porque á mariscal fue elevado
después de lo de Tarragona) vio que los guerrilleros de Aragón no
eran dignos de medirse con él, y dejó á los suyos el cargo de ha­
cer lo que pudiesen con ellos, y él trató de lucirse en otra tierra,
donde guerrilleros no hubiese. Y Blake, general entendido, como
en su lugar se ha notado, no queria guerrilleros tampoco , y trató
de lucirse también donde guerrilleros no hubiera. Y uno y otro
deseaban batirse según todas las reglas del arle, y uno y otro eli-
jieron á Valencia como teatro de su habilidad, y desde el Condado
de Niebla donde estaba por aquellos entonces, dirijióse Blake ha­
cia el 'furia con el ejército espedicionario, y con el llamado 2.°
y con el llamado 3.°, tres fracciones de ejércitos distintas y un
solo ejército verdadero. Y Leval y Soult intentaron oponerse á la
expedición , y hubo al principio sxts dificultades para que esta lle­
gase á su destino, y al fin fueron todas ellas vencidas, y el francés
quedó chasqueado, y Freyre y Sanz y don José Odonnell llega­
ron con el Conde del Montijo, sin particular novedad, al jardin
oriental español, Y esto tuvo lugar en agosto, y Blake tomó el
mando de Valencia, y dio al punto sus disposiciones para contra-
restar á Suchet. Y Suchet salió de Tortosa el dia 15 de setiembre
al frente de 22,000 hombres, y marclió via recta hacia Blake.
Y no bien llegó al suelo valenciano, quiso lo ¡primero de todo sor­
prender el castillo de Oropesa, y no le fue posible conseguirlo,
y esto visto, dirigióse á Murviedro, y esforzóse cuanto estuvo en
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« mano por rendir su castillo también, y Blake envió tropas por
a
llí para distraer su atención, y Suchet se marchó de aquel punto,
y al retirarse muya su pesar, volvió sobre el castillo de Oropesa,
y lo tomó por capitulación^ y hecho esto, tornó nuevamente á plan-
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