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516 TIRIOS Y TROYANOS.
triunfo, el término glorioso de la lucha inaugurada por los españoles?—Sigamos
empero á Wellington á la población gaditana.
Estacionadas en Portugal las tropas del ejército aliado, y
tomadas varias disposiciones para restablecer la disciplina; dirijióse
el generalísimo á Cádiz en el último tercio de diciembre,
ya para concertar con la Regencia el plan de la siguiente
campaña, ya para proporcionarse algún descanso después de
tantas fatigas. Esmeráronse en obsequiarle tanto el Gobierno
como la Asamblea, dándole aquel un convite espléndido y enviándole
esta una comisión que le cumplimentase por su llegada,
paso preparatorio de otro harto mas significativo, que fué
recibirle las Cortes dentro de su mismo salón, dándole asiento
entre los Diputados. Tuvo lugar esta ceremonia el dia 30 del
citado mes, siendo de notar el discurso que Ciscar, presidente
á la sazón, pronunció en loor de Wellington, no sin mezclar
con sus alabanzas las de la nación española, cosa que pegaba
muy mal con el generalato supremo que acababa de deferirse,
ya se considerase como muestra de la alta confianza del Congreso
en la capacidad de sus paisanos para desempeñarlo dignamente,
ya como espresion del valor que daba á la altivez
proverbial de los que en nada se señalan tanto como en aquello
que los estranjeros llaman española soberbia. El inglés contestó
seco y frió, hablando ante las Corles del reino como de potencia
á potencia, y en verdad que mirada bien la cosa, no era
para menos el lance. Wellington fué obsequiado igualmente
por nuestra Grandeza de España, esmerándose todos los miembros
que de ella existian en Cádiz en acreditar su alegría, su
satisfacción y su gozo al que la Regencia del Reino habia, aunque
no era español, hecho Grande de España también, sin olvidar
lo de primera clase. Era presidenta en la broma la duque-