TIMOS Yliras - DSpace CEU

402 TIRIOS Y TROYANOS.
poral y elegible, en vez de inamovible y normal, la existencia
de la magistratura. De siena de los reyes que era antes, se
convierte esta en esclava de la anarquía y de la demagogia. En
la Constitución del año VIII se le devuelve la inamovilidad de
que habia gozado anteriormente, aun cuando tan pobre papel
desempeñara en la monarquía; pero en 1810 se sujeta á reor­
ganización como lo demás del Estado, y se modifica con él.
La inamovilidad reaparece con la Carta de 81-i, mas luego las
pasiones políticas condenan el poder judicial á nuevos y tremen­
dos conflictos. Las célebres jornadas de julio echan por tierra
la restauración, y amenazada la magistratura de empeorar en
vez de mejorar, la elocuente voz de Dupin consigue salvar á
lo menos su carácter inamovible. Los reorganizadores del pais
transijen á medias con ella: el poder judicial no es poder: el
artículo 48 de la Carta constitucional reproduce el principio
absolutista, por no darle otro nombre peor, de la Francia de
Luis XIV: TODA JUSTICIA emana del rey (1).
(1) La justicia, señores realistas, emana solamente de Dios, aunque
no por eso me opongo á que los magistrados que aquel nombra (y que debe
en efecto nombrar , si el Estado ha de ser monarquía), la ejerzan á nombre
del reí/.
Ahora podrá alguno preguntar: si la justicia no ha de ser monárquica,
ni aristocrática . ni democrática, ni teocrática , ni militar , ¿qué carácter
será el que se le dé? La respuesta es sencilla: ninguno, si se habla de ca­
rácter político, ó que con él se roce ni aun de lejos. La virtud, la ciencia,
la edad: hé aquí los tres requisitos, los únicos tres requisitos, que debe
el Estado exigir á la dignidad de los jueces. ¿Los llenan? Dejadlos en paz-
¿Faltan á sus deberes, ó pretenden estralimitar sus funciones? Para todo
hay remedio en las leyes sin recurrirá la arbitrariedad. No me cansaré de
decirlo: en vez de calcar la justicia sobre la base gubernamental, calcad el
gobierno sobre ella, y las combinaciones políticas podrán seguir sus cambios
por un lado, mientras el elemento judicial permanezca inalterable por otro-