TIMOS Yliras - DSpace CEU

AÑO 1812. MI
tre aquellas lo mas bárbaro, y á enmendar la parte viciosa de
la arbitrariedad judicial. Vedlos, pues, en este capítulo indi­
car á las leyes futuras la marcha que deben seguir para que sea
radical, completa, esa suspirada reforma; vedlos proclamar an­
te lodo que el proceso sea breve y sin vicios; vedlos determi­
nar en seguida que ningún español sea preso sin que preceda
información sumaria del hecho que motive la prisión, y sin que
á eso se añada igualmente mandamiento del juez por escrito;
vedlos mandar que la declaración sea tomada al preso lo mas
tarde á las veinte y cuatro horas del arresto, y que sea sin jura­
mento, como lo exijen la moralidad, la humanidad y la reli­
gión; vedlos proscribir el embargo, concediéndolo solo en los
casos de responsabilidad pecunaria, y en la cantidad que esta
importe; vedlos prohibir que ninguno sea conducido á la cár­
cel, cuando, si la ley no lo veda, presentare fiador en su abono;
vedlos mandar que, dando esa fianza, sea en cualquier estado
de la causa puesto en libertad todo preso que no merezca pena
corporal; vedlos lender sus ojos á las cárceles, mandando que
estas sean edificios para asegurar á los presos, no para moles­
tarlos ni vejarlos; vedlos no olvidar sus visitas, á las cuales se
manda espresamente que no deje de presentarse ninguno de los
detenidos; vedlos declarar reos de detención arbitraria y mandar
se castiguen como tales, á los jueces y alcaides que faltaren á
tan justas disposiciones; vedlos tocante á la confesión, disponer
que se tome á los reos con integra lectura de todos los docu­
mentos y de todas las declaraciones, dándoles á conocer los
testigos; vedlos determinar finalmente por el proceso criminal
sea público; vedlos abolir el tormento, los apremios, y la confis­
cación, las penas trascendentales á las familias y el allanamien­
to arbitrario de las casas de los ciudadanos... ved esas disposi-