TIMOS Yliras - DSpace CEU

ANO 1813. C15
nación española! No es supuesta su resignación... digo mal: no
es supuesto su gusto respecto á proseguir en Valencey, si así lo
decide su amo! No es supuesto, en fin, su interés igual para
franceses é ingleses; para los que usurpan su trono y para los
que lidian por él; para los que empuñan las armas contra la
Independencia nacional, y para los que, bien que no sean tan
buenos amigos de España como yo los desearía, combaten al
fin defendiéndola.
Mas por lo que toca á esto último, el rey está cargado de
razón: ¿cómo mirar á los ingleses bien, sabidas sus perversas
intrigas relativas á republicanizarnos? Fernando no habla nada
todavía por lo que á este punto concierne; pero luego lo hará,
no hay cuidado. Y como una cosa es decir que no ajustará trato
alguno si la nación no interviene en él, y otra ser consecuente
con el dicho y persistir en su negativa como dá derecho
á esperar lo que está rezando la epístola, luego veréis también la
manera con que empieza S. M. á zafarse de su compromiso, pasando
á arreglar el convenio antes de poder enterarse de lo que
en España se piensa respecto del particular.
Con efecto: el dia 11 de diciembre estipúlase al fin el tratado
, sin que intervenga diputado alguno de la que el rey ha
apellidado junta, si bien para cubrir el espediente se dice que el
convenio en cuestión no se considerará concluido hasta que llevado
á Madrid, lo ratifique la regencia del reino, á mas de haber
de hacer otro tanto el rey cuando restituido á su trono, goce
en él de su plena libertad. Los plenipotenciarios son dos: Laforest
por Napoleón, y por Fernando el Duque de San Carlos, el peor
de sus consejeros en concepto de Maria Luisa. En consecuencia
de la estipulación, queda reconocido Fernando por legítimo
rey de España, obligándose Napoleón á evacuar nuestro terri-