TIMOS Yliras - DSpace CEU

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visitar aquella tierra, y los aliados viéndole venir, retiráronse de
Badajoz. Y estaban los aliados en la Albuera, y Castaños y Blake
y Beresford determinaron esperarle allí, y Soult vino á hacerlos
añicos, y salióle la cuenta muy mal, y perdió8000combatientes,
y fue aquella jornada magnífica una de las mas memorables que
tuvieron lugar en la guerra, y luciéronse en ella los españoles, y
luciéronse los inglesas, y luciéronse los portugueses, y luciéronse
también los franceses. Y el ejército inglés y el francés salieron en
materia de muertos á dos generales por barba. Y hubo tres gene­
rales heridos en el campamento de Soult, y dos en el ejercito in­
glés. Y la pérdida total que tuvimos españoles, portugueses é in­
gleses, llegó á cerca de G00O hombres. Y la pérdida de unos y
otros prueba que no hubo mengua en ser vencido cuando fue á
tanta costa el vencer.
Y Weilington no estnbo en la Albuera, pero vino poco des­
pués, y dio un vistazo por el campamento, y volvió de nuevo á
su flema, y encargó á Beresford mucho tiento, y le dijo (pie se
limitase á observar con cuidado al francés, y qi:e no se empeñase
en perseguirle, y que no aventurase acción alguna, á no ser que
tuviese allá dentro una certeza casi matemática de haber la cosa
'le parar en bien. Y á mí me gusta mucho la prudencia, pero entro
mucho pelo y mucha calva, estoy por una cosa regular, y por ra­
parme el pelo alguna vez. t
Y tras esto volvieron los aliados á sitiar nuevamente á Bada­
joz, y el cañón empezó á hacer su oficio, y por fin abrió mas de
u
" gome y aun mas de media cuarta de brecha, y los anglo-espa-
nales-portugueses asaltaron dos veces la plaza, y fueron rechaza­
dos otras dos, y al cabo se marcharon de allí, retirándose Welling-
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n á Yelves, huyendo de Soult y Marmont.
Y luego volvió Soult á Sevilla por la propia razón que la otra