TIMOS Yliras - DSpace CEU

fift TIRIOS Y TROYA.NOS.
Reducido Femando al silencio, sale de la entrevista con una
zangarriana del diantre, pálido, amarillo, cadavérico, al modo
del que tiene ciguatera. Escoiquiz y los suyos al verle, conocen
que la cosa va mal, pero no desmayan por eso. Carta al canto,
le dicen, y adelante, y veamos qué contesta papá. Fernando
adopta el medio y escribe, y manifiesta á Carlos que está pronto
á volverle la corona, pero que es preciso ante omnia reunir sin
demora las Corles. ¿Cortes dice V.? ¡ Ay que risa! ¿Pues porqué
no decia lo propio cuando quería V. que le dieran lo mismo
que ahora le piden ? Eso es lo que se llama cojer por la boca el
embudo cuando su papá dice toma, y volverlo después por la
punta cuando la cuestión es de daca. No hay que cansarse, em­
pero. En materia de tira y afloja, el padre es perro viejo y
mas que viejo, y estando Bonaparte á su lado , bien ve V. que
no ha de reñir sin haberse provisto de carlanca. Lea V. sino la
cartita con que da respuesta á la suya. ¿Reunión de Cortes? ¡qué
horror! ¿Congresos populares? ¡qué bazofia! Si la cuestión se ha
de decidir, y eso ha de ser por medio de asambleas, ¿no está ya
para convocarse la junta que debe reunirse en Bayona?Chilo, pues,
y entregue ese cetro, que al fin y al cabo Carlos no lo pide sino
para cederlo á Bonaparte. Los consejos pérfidos de los hombres
que le rodean, han conducido la España á una situación crítica:
SOLO EL EMPERADOR PUEDE SALVARLA. ¿Está V., señor Don Fer­
nando? Si lo quiere entender, entiéndalo, y sino, enhorabuena,
¡no lo entienda!; pero sea V. á lo menos tan buen ciudadano
francés como ha sabido ser conspirador, y sobre todo, suelte esa
corona. Bayona 2 de mayo, etc. etc.
Pero ni por esas tampoco. Fernando toma el 4 la pluma, y vuel­
ve á escribir á su padre. ¿Yo conspirar, señor? ¡Qué inocentada!
¿Yo enemigo de Francia? ¡Qué disparate! ¿Yo mal aconsejado?