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ASOIJSM. 3-17
gftso se instaló, no habrían tenido las eósas el nimbo que enton­
ces tuvieron. Esto equivalía á decir, que si la Regencia en cues­
tión no dispersó el Congreso á cuchilladas, no quedó ciertamente
por ella , ni por el autor del folleto, individuo de la misma y no
el mejor, como ya usted, Don Bueso, sabrá. Tal papelote, bien
considerado, no merecía acaso por respuesta sino el mas sobera­
no desprecio; mas las Cortes eran algo quijotes, y aun algo ab­
solutistas tal vez, en materia de eslravíos de imprenta, y al ver al
«-regente hablar así, levantóse una polvareda, que ni la del obis­
po de Orense, el primero que las atacó, ni la del marqués del
Palacio, el segundo que quiso hacer lo mismo, le podian ser com­
paradas. Alli fué oir tronar al buen Arguelles, y á Toreno y á
Mejía también, y á Morales Gallego ademas, y á otros de cuyos
nombres no me acuerdo, siendo el resultado primero de la borras­
cosa sesión celebrada con este motivo el dia 14 de octubre, man­
dar el Congreso prender al cx-afrancesado ex-regente, dignísimo
autor del folleto. Tras esto se trató de hacer lo propio con los de-
mas ex-compañeros suyos; pero estos se sinceraron de toda conni­
vencia con él, ó hicieron corrió que se sinceraban , y no se proce­
dió contra ellos. En esto corrió la noticia de que los Consejeros de
Castilla acababan de estender en secreto una cierta consulta com­
prensiva de varios particulares , y contra la autoridad de las Cór u
tes. La trama era indudable, y sin embargo nadie pudo pillar la
consulta; mas constando que se habia estendido, dispuso la Asam­
blea suspender á los que la habian firmado, después de haber
nombrado un tribunal que juzgase al autor del manifiesto y á todos
'os demás conspiradores, ó al menos á todos aquellos que por tales
«ran tenidos. Iba asi la cosa enredándose, cuando el antes men­
cionado Colon; tuvo la maldita ocurrencia de dar á luz en la ciu­
dad de Cádiz otro malhadado papel, intitulado: España vindicada