TIMOS Yliras - DSpace CEU

siempre por la independencia española. Decid á vuestro rey que no haga él
tonto, y que no consienta en España que la Gaceta ni el Mercurio inserten una
sola noticia favorable á la Inglaterra, porque sino tendremos la de Dios es
Cristo.—
Ceballos ajustó con Beurnonville la neutralidad en cuestión por seis mi-
lloncitos mensuales, y merced el tapujo y la reserva, continuamos tranqui­
los un año sin picarnos ninguna sabandija. Pero ¡ oh desventura ! ¡ oh dolor!
Esos maldecidos ingleses ¿ porque acometen en plena paz nuestras inde­
fensas fragatas frente al cabo de Santa María ? ¿ A qué viene ese acto de bar­
barie y de latrocinio á la vez (1) ? ¡A Dios con mil demonios el paraguas ! El
ministro Pili ha sabido las señas de la tela y de la tienda , \ no hay contraban­
dos que valgan.
Tal fué el plan Ceballesco-Godoisla (2), y tal juntamente su éxito. La neu­
tralidad no es derecho de los que se adquieren con oro; os privilegio que con­
quista el hierro, ó en su defecto la actitud y el brio de la dignidad nacional.
Resolvéis la cuestión cual mercaderes ¿ y estrañais que el maquiavelismo
inglés le busque solución á lo pirata?
Nuestra segunda guerra con la nación británica dio principio en diciembre
de 1804; y en octubre del año siguiente, había ja dejado de existir la bri­
llante marina de Carlos III. Estosí que se llama medrar. ¿Cómo suceder
otra cosa, estando confiada á un franchute la dirección de nuestras escua­
dras? Villeneuve, que así se llamaba, cometió tales barbaridades, que dudo
hubieran sido mayores á encargarse del mando Godoy. ¡ Qué vergüenza pa­
ra los españoles ! ¡Tener un Gravina y un Churruca , y un Moyua y un Galia-
no y un Alcedo, y tantos otros ¡lustres marinos, ¡ y no dar á ninguno mas
papel que el de obedecer ciegamente las órdenes deungefe estrangeroü! ¿Có­
mo tener buen éxito, menguados, la batalla de Trafalgar? Pero no recorde­
mos ese dia. El cíelo ordenó la catástrofe, y obró con su cuenta y razón.
Cuando hay gobiernos tan degradados como el de Carlos IV !o era, y naciones
que sufren tan escandalosa ignominia Permítame el lector no
concluir, y hablemos de otra cosa si le place.
(1) Como que nos pillaron, sin decir agua va , nada menos que un millón do
libras esterlinas, ó sea cinco millones de pesos , equivalentes á cien millones de
reales. Eso es lo que se llama jeringarnos la Gran Bretaña por un lado y la Francia
consular por otro. Y las dos con jeringa de plata.
(2) Esto con licencia de nuestro valido, que niega su intervención en el trato,
como si bastara negarlo para así creerlo nosotros.