TIMOS Yliras - DSpace CEU

fueron Harispe y Dufour. Tan señaladas consideraciones eran ya
peligrosas para él, y fuéronlo tanto en efecto , que por fin le pilló
el enemigo , siendo á continuación llevado á Francia, y encerrado
en el castillo de Vicennes, con no poca alegría de Suchet que al
fin se salió con la su va.
¿Con la suya? Dejadle en su ilusión; pero el rabo, á pesar
de tanto júbilo, está por desollar lodavia. El hombre, como dice
Larra, es animal de poco escarmiento, y si Mina el sobrino está
en Francia, Mina el lio ha quedado en España, y luego sabréis,
imperiales, lo que puede y vale ese lio.
Nada digo de Cataluña. La rendición de Gerona en diciembre
del año anterior produjo por de pronto la angustia inherente á las
grandes catástrofes, mas no por eso consiguió el francés abatir el
espíritu público en el resto del Principado. El ejército y los soma­
tenes seguían tenaces y en pié; y ascendiendo estos á 00,000 hom­
bres, y encargado del mando de aquel el emprendedor y activo
Ddonncll, si no se conseguían con frecuencia victorias como la
de Moya, ó como la de Caro (D. Juan) en Villafranca del Panados,
verificábanse escaramuzas en que llevamos la mejor parle, ó se frac­
cionaba en mal suyo la fuerza del enemigo, ó si no podia hacerse otra
cosa, se le tenia en perdurable alarma, aun cuando apoderado de
Hostalrich y posesionado de Lérida, pareciese tener en su mano, con
tantas plazas como dominaba, todas las condiciones que deciden la
absoluta sumisión de otros pueblos por irreducibles que sean.
Volviendo abora á Andalucía, h invasión de este bello pais
ofreció por de pronto á los franceses la esperanza mas lisonjera,
'lado que csceptuando la Isla, con Cádiz y algún otro punto, fueron
feçibidosen los demás con la mas agradable acojida. Complacido
en eslremo el buen Pepe con las demostraciones que notaba en
cuantas poblaciones recorría, procuró por su parte hacer patentes