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TIMOS Yliras - DSpace CEU

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Garlos IV no sabe á que atenerse ; María Luisa se vuelve á sus amigos , y ve<br />

queso merman sus lilas. Los ministros, eseeplo uno, abandonan su causa<br />

también, y los dejan en las astas del toro. Fernando conspira sin rebozo ; y<br />

si antes era un tanto problemático que quisiese destronar á su padre, cuanto<br />

mas quitarle la vida, ahora no es ya el privado, es el solio, quien llama ente­<br />

ramente su atención. Bcauharnais alienta á los conspiradores, siendo ya tal<br />

la confianza de estos que hasta el señor infante I). Antonio, el mas simple<br />

de lodos los Borbones, (1), echa también su cuarto á espadas. El de la Paz que<br />

comprende su peligro, y que véá los franceses avanzar hacia el centro de Es­<br />

paña, quiere retirarse á la Andalucía, y aun pasar los mares tal vez. Las turbas<br />

de Aranjuez dicen que nones, y se arma una trifulca del demonio. La casa de<br />

Godoy es allanada en la noche del 17 de marzo de 1808, y dadas sus riquezas<br />

al fuego. El pueblo aniquila , no roba. El privado que se habia escondido, es<br />

cojido por las turbas después. Su vista y la de María Luisa , asomada á las ven­<br />

tanas de palacio, recuerdan á las gentes la ignominia en que España se vé<br />

por los dos. La turba acomete con palos y con pinchos al que por una especie<br />

de milagro consiguen, bien que herido, salvar de la muerte los guardias. Fer­<br />

nando sale de orden de sus padres, ó mas bien cediendo á su ruego,y contiene<br />

la multitud. Godoy le pregunta si es rey, y el contesta orgulloso que aun no,<br />

masque lo será muy en breve. Encerrado el valido en un cuartel, espera allí<br />

su sentencia final. Carlos IV y María Luisa se mesan los cabellos de dolor. La<br />

tormenta amenaza de nuevo, y no hay otro remedio que abdicar. Fernando su­<br />

be al trono de su padre; los españoles se vuelven locos con él; los Tirios llori­<br />

quean su derrota; los l'royanos proclaman su triunfo; los franceses esperan su<br />

hora.<br />

¿ En qué pararán estas misas? La inlroducion no puede decir tanto, porque<br />

su remate es aquí.<br />

(1) Así le apellida la historia.

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