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526 TIRIOS Y TROYANOS.
sentir que las confiscaciones y multas perteneciesen á los inquisidores,
prohibiéndose á estos en el siglo XVI entablar procedimiento
ninguno sin que tres individuos del Senado asistiesen
á su formación. Así á fuerza de ser eludida, vino á ser como
nula enteramente la autoridad de ese tribunal en el suelo
de aquella República. Esto hablando en sentido religioso, siendo
por lo demás cosa sabida sus horrores en sentido político.
En la Italia propiamente dicha fué la Inquisición mas feliz, si
bien no tanto que tostase herejes con la frecuencia que en Alemania,
ni aun con la frecuencia que en Francia, donde exicial
y devastadora en su primer período de horrores, cesó interinamente
después, para ser restablecida un instante y luego morir
para siempre bajo el reinado de Francisco I, aquel rey que
entregaba á las llamas los luteranos de sus estados, al tiempo
que ofrecía su alianza á los luteranos del. norte.
Pero de todas las Inquisiciones, la mas sanguinaria y odiosa
fué con el tiempo esotra que hace poco hemos visto invadir la
Cataluña y luego penetrar [en Aragón, y luego detenerse en
sus fronteras, aunque para derramarse después por toda la estension
de la Península. Y digo que lo fué con el tiempo, porque
la Inquisición española cuenta dos períodos de vida, uno
horrible, fiero, espantoso, yes el del siglo XIII al siglo XV, y
otro mas horrible, mas fiero, mas espantoso sin comparación, y
es el del siglo XV en adelante. En la primera de estas dos edades,
no estuvo esa nefanda institución organizada sino solo á
medias; pero así y todo tuvo sus caudillos, sus leyes de esterminio
y de sangre y sus correspondientes verdugos. Los que no
eran herejes aun, pero se sospechaba que lo fuesen, sufrian
penas penitenciales por espacio de tres á siete años, según eran
mayores ó menores los indicios de error ó herejía, v castigos