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466 TIRIOS Y TROYANOS.
de sus componentes pertenecía á la fracción servil. Uno de
ellos, el antes nombrado Cañedo, canónigo á aquella sazón, y
mas tarde obispo de Málaga y arzobispo de Burgos, propuso
en la comisión nombrada para redactar dicho proyecto restrin­
gir todavía mas esas prerogativas de que hablamos, con tal
que se concediese al clero representación separada, y represen­
tación también aparte á la aristocracia ó nobleza. Vos dejáis al
rey demasiado poder, decia el tal á Muñoz Torrero, canónigo
también, mas liberal; y en vuestra cualidad de sacerdote debe­
ríais ocuparos mas- bien de los intereses del clero que de los de
la regia dignidad (1).
Traídos á debida colación todos estos antecedentes, ¿estra-
ñareis ahora que la Carta fuese á través de la intolerancia con­
sagrada en su artículo 12, tan liberal en todo lo demás, como
en medio de otros varios defectos hemos visto ya que lo fué,
no obstante componerse el mayor número de los Diputados de
Cádiz de gente nada afecta á la reforma? ¡Loor á aquella in­
signe minoría, que así supo esplotar en obsequio de la rege­
neración del pais el espíritu anti-realista de sus mas formida­
bles adversarios! ¡Gloria y prez álos que siendo menos, supie­
ron por su chispa ser mas, arrastrando en su pos las falanges
de la tiranía pasada, y haciendo para siempre imposible el rei­
nado pacífico de esta, aun cuando el rigor del destino decreta­
ra su reaparición, como la decretó por desgracia! ¡Indulgencia
á sus estravíos! ¡Honor á sus talentos y virtudes, á su patrio­
tismo y su genio, á sus inestimables servicios prestados á la
causa del pais y á la causa de la humanidad!
(1) HlSTOlRE VOI.ITIQÜE DE 1.' ESPAGNE MODERNE , tOtHO I, pág. 173. Paris,
1840.