TIMOS Yliras - DSpace CEU

600 TIRIOS Y TROYANOS.
los españoles, en fin, ceñidos allí con el lauro que la guerra
destina á los héroes, mientras sus infelices hermanos van en
el otro punto á recibir la palma que el Señor dá á los már­
tires.
El patriota ha llorado, ha maldecido... ha cumplido ya su
deber. ¡Veraz historiador, cumple el tuyo!
En octubre se rinde al inglés el castillo de San Sebastian,
donde Rey, perdida la plaza, pretende sostenerse, aunque en
vano. ¡Gloria al anglo-portugués en octubre!
En noviembre capitula Cassan con el entonces bravo y
después fiera, el tristemente célebre España, y queda liberta­
da Pamplona. ¡Liberal! no te acuerdes ahora de ese en aquel
tiempo demócrata y luego furibundo absolutista, sino para
loar su bravura. ¡ Gloria al último dia de noviembre!
Entre tanto ha cruzado el Vidasoa el generalísimo inglés lan­
zando á Soult de su primera línea, y luego ha pasado el Nivelle,
arrojándole de la segunda, y últimamente en 9 de diciembre se
adelanta hasta el Nive superior, haciéndole cejar también allí,
y obligándole á atrincherarse en las márgenes del Adour y en
los alrededores de Bayona. ¡Gloria eterna á Wellington! ¡gloria
á Hill, y á Graham y á Hope y á Clinton, y á Stapleton Colton
y á Stewart, y á Beresford y á Hamilton y á Colville, y á Lecor
y á Lowry Colé y á Downie, y á Pidón y á Dalhousie y á Pack!
¡Gloria á Castaños, á Girón, á Mina, á Morillo, áPolier, á Barce­
na, á Longa, á Freyre, á Ezpeleta, á Virués... á Alten, Hore, La-
torre, Plasencia, Goicoechea, Barco, Balanzal! ¿Por qué me fal­
tará espacio aquí para nombrar á todos los valientes del ejército
anglo-hispano-portugués, el primero que se cubre de lauros cla­
vando sus banderas en Francia, el primero que hiere á Napoleón
en sus visceras mas sensibles, el primero en fin, que le mata, eri-