TIMOS Yliras - DSpace CEU

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sa periódica , porque la que atañe á los libros, v. gr. á mis Ti­
mos Y THOYANOS, no es, según los mismos autores, tan mere­
cedora de trabas, ni exige las tremendas precauciones , los inusi­
tados castigos á que debe condenarse la olra. Y aun por eso no
falla quien crea que seria muy conveniente remplazar los periódi­
cos con libros, seguro de que solo con esto desaparecerían para
siempre el pedantismo y la inmoralidad. Ello á la verdad causa
lástima ver gentes que discurren así, pero el pensamiento es su­
blime. ¿Hay abusos que denunciar, reformas que proponer, que­
jas que es necesario hacer oir, ministros que es preciso derribar?
Pues libro al canto para cada abuso, libro para cada reforma, li­
bro para cada lamento, libro para cada ministro, y libro para todo
lo demás, hasta para las noticias diarias. ¿No es cierto qué la
ideaos magnífica? A buen seguro que reinara Narvaez ¡os dos
años y pico que ha reinado, si en vez de combatirle en el poder
con periódicos y hojas volantes, se le hubiera emprendido de firme
descargando sobre él cada dia cien tomos de la Enciclopedia.
Pero estos argumentos, repito, pasaron desapercibidos, ó no
fueron tocados sino muy superficialmente por los serviles de 810.
Ellos iban al fondo de las cosas, y no se paraban en barras, ni
eran absolutistas á medias. Su guerra á la imprenta era franca,
y no como la que ahora le hacen ciertos liberales de boca y serviles
de corazón. Así, en vez de hilarse los sesos, discurriendo que te
discurrirás sobre el medio indirecto de matarla, halagándola tal
vez por delante y clavándole el puñal por detras, tuvieron corazón
y valor para acometerla de frente, y si se ha de decir la verdad,
no lo hicieron mal que digamos. ¡Ay qué puñetazos, Dios mió!
¡Qué de habilidad á las veces para sacudir sobre ella la maza de la*
preocupaciones, y hasta el ariete de la Religión! Mas fué lo malo
que los liberales tenian buenos puños también, y habilidad p 01
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