14.05.2013 Views

TIMOS Yliras - DSpace CEU

TIMOS Yliras - DSpace CEU

TIMOS Yliras - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ANO 1810 175<br />

la desconformidad que se advierte entre ciertos gefes y pueblos en<br />

ciertas y determinadas ocasiones. Nunca como en la época de Ati-<br />

la convenia al imperio romano un hombre grande que lo defendie­<br />

se; y nunca tuvo emperador mas chico, como bien lo indica su<br />

nombre: dígolo por el mísero Augústulo. Nunca como á fines del<br />

siglo pasado necesitó la España un buen piloto que guiase la nave<br />

del Estado con las menos averías posibles por un mar erizado de<br />

escollos; y nunca lo tuvo peor, como puede decirlo el nene aquel<br />

con quien tanto os habéis divertido en el discurso de mi intro­<br />

ducción. Nunca como entonces fue útil alejar el vicio del trono,<br />

para no quitarle el prestigio de que tanto necesitaba (el trono se<br />

entiende, no el vicio) cuando estaban bramando á sus puertas las<br />

oleadas de la revolución; y nunca fue tan lindo y tan de molde<br />

para desprestigiarlo enteramente el desenfreno de María Luisa. Nun­<br />

ca como al alzarse la nación por su independencia y su rey , mere­<br />

ció que este fuese noble, grande, magnánimo y valiente cual<br />

ella; y nunca pudo darse para el caso uno mas pequeño y raquí­<br />

tico y de menos crecido corazón que el otro nene que también sa­<br />

béis, y de quien ahora es preciso que volvamos á ocuparnos un<br />

poco, como lo exijen la cronología y demás necesarias condicio­<br />

nes de esta siempre puntual y verídica entre-agri-dulce-y-joco-sé-<br />

i'ia historia.<br />

Yo no sé en qué consiste, repito; pero acostumbra á suceder<br />

asi. Cuando lamuger ama mucho, acostumbra el varonáserde hie­<br />

lo; y si alguna duda os cupiere sobre la exactitud de este aserto,<br />

volved la vista á la nación hispana, y al mirarla loca, perdida, de­<br />

lirante de pasión por Fernando, y al verle á él hacer lo ya conta­<br />

do y lo demás que voy á contar, estoy seguro que diréis conmigo:<br />

¡qué lástima de chica para él!<br />

Porque ella estaba loca, ya lo he dicho; y Fernando era su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!