TIMOS Yliras - DSpace CEU

520 TIRIOS Y TROYANOS.
cunstancia notabilísima de tener un antiguo compañero en las
altas regiones del mando, fué él acaso quien mas los fastidió
en cuanto dependió de su influjo. ¡Ah! ¿Quién es tu enemigo?
El de tu oficio. Por algo lo dice el refrán.... por algo, sí se­
ñores, por algo!
La precisión de contemporizar con las exigencias del tiempo
no se limitó en la Asamblea á los decretos sobre pecadores,
sino que hubo también de estenderse aun á los relativos á los
santos, y así el 27 de junio declararon Patrona de España á
Santa Teresa de Jesús, bien que solo en segundo lugar, es de­
cir, después de Santiago. Providencia de tal naturaleza parecia
mas propia de un Concilio que de una Asamblea política; pero
al cabo era mas nacional hacer patrona de los españoles á una
Santa nacida en España, que no conferir á un estraño el mando
de nuestros ejércitos, y así, yo me daría el parabién de esa es­
pecie de intrusión de las Cortes en terreno puramente eclesiás­
tico, si nombrada aquella por estas abogada nuestra en el cielo,
hubieran renunciado después al otro patronato en la tierra.
Yo empero voy haciéndome cargante con tanto recordar esta
pifia y tanto zurrar al Congreso. Fuera, pues, el látigo ya, que
es hora de volver á cojer los acostumbrados laureles para las
frentes de los Diputados, y yo que tan severo y criticón acabo
de mostrarme con ellos no he de ser el último ahora en apre­
surarme á ceñirles la corona que tienen merecida por sus he­
chos dignos de loa. ¿No los veis levantarse jigantes sobre to­
das las preocupaciones, haciéndose acreedores no ya solo á la
gratitud del pais, sino al aplauso y reconocimiento de toda la
humanidad? ¿No los veis hacer trizas para siempre el insufrible
yugo teocrático, borrando de España la mengua que durante
siglos enteros ha trabajado mas en degradarla? ¡Nefanda Inqui-