TIMOS Yliras - DSpace CEU

AÑO 481!. 293
con lo otro? ¿Ha leido usted de mis Timos todo lo que va pu­
blicado?
—Lo que es todo, no; pero he visto lo que dice usted de Go­
doy, y lo que dice de Fernando Vil... y en fin, be leido otras co­
sas que me han parecido muy bien.
—Gracias por la lisonja, Don Bueso. Yo, empero , no estoy
satisfecho con verle conforme conmigo en unas cuantas hojas de
mi obra, porque probablemente habrá otras muchas entre las que
usted no ha leido, que le gustarán harto menos. En fin aprobemos,
como usted decia, á ver lo que pensamos uno y otro sobre las co­
sas de 811. ¿Qué punto quiere usted que loquemos ?
—Yo por mí elejiria por tema el proyecto de Constilucion que
fue discutido en las Corles en el último semestre de aquel año y
principios de enero siguiente.
—Enhorabuena: ¿pero no es mejor que en vez de examinar el
proyecto, examinemos la Constilucion?
—Pues! Eso es lo que quise decir.
—Entonces debe usted tener paciencia hasta que entre en tur­
no ese asunto. Kl plan exije que tratemos antes oirás cosas que
tuvieron lugar en el año á que nos referimos. Yo be dejado las
Corles en la Isla en el acto de cerrar sus sesiones el dia 20 de fe­
brero , para abrirlas en Cádiz nuevamente á los cuatro dias después.
—En efecto: he leido en Toreno que las Corles abrieron sus
sesiones primeras en la Isla llamada de León, no habiéndolo ve­
rificado en Cádiz desde luego, por los estragos que causaba en esta
cuidad la maldita fiebre amarilla.
—Rodeaban por lanío en su cuna á la libertad española , a ña-
de el autor que usted cita, la guerra, las epiílemias y otros huma­
nos padecimientos, como para acostumbrarla a los muchos y nue-
que la afligirían s 'gni ¡acra prosperando y antes de que afian-