TIMOS Yliras - DSpace CEU

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incorporación ai estado de las lincas que en otro tiei&po habia ena­
jenado la corona, siempre que no se hubiesen cumplido las con-
dic'ones de la enagenacion por parte de los agraciados, ó siempre
que las tales fincas se hubieran adquirido no mas que por mero
capricho de los reyes, ó con cláusula ó pacto de retro. Habia em­
pero una dificultad, y era la aneja á la averiguación del oríjen de
dichas adquisiciones, averiguación espinosa y que ofrecía mil in­
convenientes, á no proceder en sentido enteramente revoluciona­
rio. Las Cortes, dígase lo que se quiera , hacían alarde de juicio
siempre que sus resoluciones tenían roce con la propiedad, y